Noche de sabado. La visita del novio de tu mama y tus hermanas salen de fiesta

Era de noche y escuchaste como sonó el timbre. Tu madre llevaba puesto un vestido rojo y estaba arreglada. Se veía realmente bella. Le había puesto esmero para recibir a su nuevo novio oficial.
Se podía ver un generoso escote en aquel vestido. Ella te pidió por favor que estés presente en la cena argumentando que era importante para ella así que te quedaste. No con la mejor cara pero te quedaste.

Viste entrar a aquel tipo. Se llamaba Gustavo. Era algo mas joven que tu madre. Y para tu sorpresa no parecía el tipo de hombres del gusto de ella. Este era algo mas desaliñado. Vestía una camiseta negra y llevaba una barba de un par de días.  Tenia barriga probablemente por la cerveza y comer porquerías. Al verla le encajó un beso al cual erra reaccionó de forma complacida. Se besaron y tu pudiste ver todo por unos segundos hasta que ella decidió parar.

Tus dos hermanas iban a salir de fiesta. No se llevaban demasiado bien ya que eran muy diferentes. Tu hermana mayor era un caso perdido mientras que la otra era buena e inteligente y parecía tener futuro.  No te gustaba mucho la idea porque era una mala influencia. Ella y el grupo de "las zorras". Pero si tu madre no decía nada tu menos.

De hecho suficiente tenías con tu madre ya que su nueva pareja. Tus hermanas saludaron y se fueron. Gustavo no perdió detalle de las nenas. Sobretodo de tu hermana menor. Sus ojos de rayos x escanearon la anatomía de las chicas. Eso no te gustó nada tampoco.

La cena no fue precisamente placentera. No tenias nada de que hablar con aquel tipo que buscaba complicidad en ti. Tu mama levantó los platos y él le pidió un café. Tu no aguantaste mas. Habías cumplido con tu madre y te levantaste para ir a tu habitación.

No tenías planes para esa noche y no tenías ganas de salir tampoco. Ibas a jugar a algo para pasar el mal trago. Mientras tu madre preparabá cafe Gustavo le daba besos en el cuello y la hacia estremecer.

"Gustavo..Para jej."

Las zorras lo estaban dejando todo en la pista. Todas las miradas iban hacia ellas y eso era lo que querían. Levantar su ego hasta el infinito. Zorrear y provocar y así llamar la atención del mejor pretendiente.  

Varios hombres se acercaron y les ofrecieron tragos. Tu  hermana menor estaba mas a la defensiva. No provocaba como las otras. Pero ella se veía envuelta en la situación. Estaba como una gacela en medio de una manada de leones que querían devorarla. En este caso llevarla a la cama. Un tipo le tocó el culo y ella se sobresaltó.

"Putita venga vamos jjaja"

Ella tenía miedo. No había tomado nada y seguía inhibida. Un tipo se acercó y saco a golpes al otro.

" Me quiero ir" Dijo les dijo ella a las otras chicas mientras el tipo alejaba al acosador.

"Que dices? Si la noche acaba de comenzar. Ahora vamos a otro lugar".

"No. No quiero."

"Pues que pena porque vamos a seguir nosotras".

"Chica, Yo te puedo llevar a tu casa si quieres". Le dijo su salvador.  Apenas lo conocía pero que podía ser peor.

"Gracias por ayudarme"

"De nada. Esos tipos pueden ser unos imbéciles. A mi ya me aburren estos sitios. Vine por el cumpleaños de un amigo y ya me estaba cansando".

"Ya veo. Si. Yo vine porque mi hermana me insistió pero no es mi estilo de lugares. Prefiero algo mas tranquilo."

El tipo la estaba llevando a casa en su auto.

Las zorras siguieron la fiesta en otro lugar. Quien sabe que cosas andaban haciendo a estas alturas.

"Bueno pequeña llegamos".

"Te lo agradezco mucho".

A tu hermana le gustaba aquel tipo y estaba agradecida por lo que había hecho. Fue raro. No suele ser así pero fue ella quien tomó la iniciativa. Empezó a tocarle el bulto para luego bajarle los pantalones y descubrir su miembro.

"Ohh nena.."

Su salvador tenía un miembro gordo. Ella estaba ansiosa de ver y probar una verga así que no lo dudó mas y empezó a saborearla. 

Hasta que después de unas lamidas se la metió en la boca. 

"Ohh si nena si"

Tu hermanita se devoraba la verga en el auto. No se animaría a ir mas allá pero estaba muy caliente.

Mientras tanto tú estabas jugando con los auriculares puestos hasta que te dieron ganas de ir al baño. Paraste un momento, te sacaste los auriculares y escuchaste unos ruidos raros que te llamaron la atención. Al instante comprendiste de que trataba. Los sonidos venían del cuarto de tu madre...