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viernes, 10 de abril de 2020

Relato: Mi madre y el lavatorio de pollas

Este es un relato que siempre pensé hacer pero nunca pudo. Los que ven mi blog saben que las historias son un poco mas sucias. Esta incluye religión por lo cual el que sea muy creyente puede no ver el material para no sentirse ofendido. Recuerden que es todo ficción.

Es la continuación de este capitulo. Pero lo publico en "madres cachondas"

https://tabusexmom.blogspot.com/2017/11/cap-vi-mi-madre-buscando-el-perdon-en.html?zx=8422a5849d0eefab


Mi madre y el lavatorio de pollas


 Era de tarde. No había casi gente en la iglesia. Solo un par de señoras en los bancos alrededor de mi madre, que rezaba en silencio. Intentaba encontrar algo de paz y consuelo en la fe. Si bien intentaba no podía concentrarse. Se sentía sucia e impura en ese lugar que la intimidaba cada vez mas. Pensaba que las estatuas la estaban viendo y juzgando.

Como si supieran todo lo que ella intentaba guardar en secreto. En una de esas miradas mama encontró al joven seminarista de la otra vez. Automáticamente desvió la mirada por vergüenza. El cura se encontraba a un costado, cerca del confesionario. Su mirada era penetrante. Sus ojos eran como un imán. El le hizo una seña y al rato mama se levanto despacio y sigilosamente fue hacia el lado donde estaba él.

La invitó al confesionario para poder hablar y no hace ruido.

"Hola hija mía,como has estado"

"Padre, he seguido pecando. Pero no he tenido otra alternativa"

"El señor sabrá entenderte hija mía. No te preocupes"

"No puedo mas con la culpa. Siento que el me observa y sabe lo que he hecho"

"Tranquila hija mía. Si en verdad tu alma sufre siempre se puede hacer algo para aliviar tu tormento. Ayudar al prójimo siempre nos hace sentir mejor con nosotros mismos. Ayudar a otros nos ayuda a elevar el espíritu y estar en paz"

"Sisi, quiero ayudar"

"Muy bien hija mía. Necesitamos voluntarios. gente solidaria dispuesta a ayudar"

"Cuenten conmigo"

Y así fue como mi madre se unió al grupo de colaboradores de la iglesia.

Ella parecía un poco mas aliviada. Iba con ganas de participar. Se convirtió en una persona muy querida en poco tiempo. No faltaba nunca y sentía mucha satisfacción en ayudar a los demás. Sobretodo cuando en la noche de la caridad repartía comida a los mas necesitados.

"Clara, has estado estupenda.¿Como te sientas al ayudar a tus hermanos?

" Padre. Muy bien. Siento como el paso que siento dentro de a poco se libera"

" Me alegro hija mía. Si te interesa hay otra cosa en la que puedes ayudar"

"Si, por supuesto. Dígame"

"Haremos algo mas por la gente de la calle. Un lavatorio. ¿ conoces el acto que realiza el obispo de lavar los pies de doce?

"Si.." Dijo ella un tanto confundida.

"Bueno es lo que haremos. Es la misión que harás junto a Paula, otra

colaboradora"

Mama seguía confundida.

"A través de esta ceremonia podremos tocar las heridas de los fieles, nos implicaremos en sus problemas y realidades.Ungimos ensuciándonos las manos al tocar las heridas, los pecados y las angustias de la gente"

"Si" No parecía muy convencida.

"Recuerda  hija mía, que el que se siente mas grande debe ser el servidor. En nuestro corazón siempre debe haber ese amor por servir al prójimo"

" Bueno. Entiendo. Esta bien"

No es lo que esperaba. Pero lo iba a hacer con tal de estar bien consigo misma. En realidad se dio cuenta de que no hacía caridad para ayudar los demás sino que la reconfortaba el hecho de sentirse bien consigo misma y había encontrado un poco de tranquilidad con eso. Así que iba a seguir.

La tarde de jueves santo mi madre estaba con Paula en una sala de la iglesia. La sala era un ambiente espacioso y habían doce sillas formando un rectángulo. Ya estaba todo preparado para la ceremonia.

En cuanto a  Paula era una mujer algo mas joven que ella. De unos treinta y algo. Soltera y al parecer muy abocada a la iglesia. Vestía de forma algo anticuada. Era alta, delgada, blanca y tenía el pelo oscuro recogido en una cola de caballo. Mama no le agradaba mucho. Sentía que estaba invadiendo su lugar quitandole protagonismo en el grupo. Por su parte a mi madre le era indiferente. Si que se llevaba mejor con los hombres del lugar.

Y Hablando de mi madre, ella vestía una camiseta blanca y unos jeans. Todo muy sobrio también pero esa vestimenta dejaban notar una belleza natural. Los jeans le daban buena forma a sus atributos parandole un poco la cola. Y la camiseta le marcaba bien la figura haciendo que uno pudiese imaginar sus pechos al ver la forma de la misma.

Mi madre noto la mirada de Paula que la hacia sentir un poco incomoda

" Y hace  mucho que haces esto?"

" Es el acto máximo de altruismo. No es nada fácil hacerlo y puede ser una experiencia fuerte cuando los ves. Pero hacer este acto de piedad da mucha satisfacción poder ayudarlos de esta manera. Pueden descargar un poco su pena"

"Como exagera esta mujer." Pensó mama. Tales palabras para un simple lavado de pies.

Se escucha la puerta abrirse y se ve al joven cura entrar.

"Bueno hijas mías. Ha llegado el momento"

Detrás de él entraron doce hombres de distintas edades. Viejos y jóvenes. Mama reconoció a uno de ellos, era un hombre al que vio varias veces en las calles del vecindario. Hasta en alguna oportunidad le dio una limosna.

"Tomen asiento. Paula y Clara harán el lavatorio."

A mama le pareció muy extraño que el cura llevaba consigo una cámara de video. Los hombres ya estaban en sus asientos. Paula de cuclillas frente a uno de ellos. Tenía una vasija con agua y una esponja.

Grande fue la sorpresa de mi madre cuando Paula tiro del pantalón de aquel hombre junto con la ropa interior para dejar su miembro al aire. Salía un olor muy fuerte y Paula abrió una ventana que daba a un patio para ventilar. Mojó la esponja y empezó a pasarla por el tronco de su pene.

Mi madre estaba en shock. No entendía nada.

"Es tu turno Clara" Le dijo el cura.

"No. Porque?? Porque ella hace eso??"

El cura la tomó del brazo y salieron un instante de la habitación.

"Mira clara, has visto los rostros de aquellos hombres. Con su dolor a flor de piel. Hace poco empezamos a hacer este tipo de lavatorio. Para poder aliviar un poco aquel dolor que les carcome el alma. Es solo un bálsamo. Pero los ayuda a seguir adelante."

"Pero no quiero tocarles sus partes"

"Si crees que no puedes vete. Paula lo hará todo sola. Ella será quien tenga la recompensa"

Mama miraba como Paula pasaba la esponja por los huevos de aquel tipo que ya la tenía dura.

"Y esa cámara?"

" No te preocupes que se taparan sus caras. No es algo que te pueda explicar ahora pero necesitamos evidencia del acto."

Paula estaba masturbandolo. Aliviarlos consistía en hacer que se corran. Veía como su mano subía y bajaba haciendo que el tipo disfrute de un placer que no tenía hace mucho.

"Eres libre de hacer lo que quieras Clara. Tu eliges. O alivias el dolor de estos hombres y te sientes en paz contigo misma o te vas y sigues igual. Pero olvídate de seguir participando en nuestro grupo"

"Ahh ahh AHH" Jadeo el hombre largando un poco de esperma que se derramaba sobre los dedos de Paula."



"Mierda. No lo grabe" Dijo el cura que colocó la cámara y empezó a filmar como Paula seguía meneandole la polla. La cara de placer del beneficiado lo decía todo. Acto seguido Paula tomó de nuevo la esponja para lavarle el pene otra vez.

Después lo secó bien con una toalla y él se pudo de pie dirigiéndose a una mesa donde había algo para comer.

El cura le hizo señal a mi madre que se acercó tímidamente. Estaba frente al vagabundo de su barrio. Jamas pensó estar en una situación así. Pero convencida por las palabras del cura y las acciones de Paula realizó el mismo procedimiento.

Le bajó los pantalones y también salió un olor fuerte. Un olor muy penetrante que de extraña manera no le desagradaba. Su polla estaba flácida pero tenía un tamaño considerable. No tanto de largo pero si de ancho. Tomó su esponja y luego de mojarla en el recipiente apoyó la misma sobre el pene del vagabundo. Ese olor despertaba un instinto muy primitivo en ella.

El seminarista grababa como las mujeres hacían su labor. Paula ahora desnudaba a otro que tenía una polla chica. La lavaba hasta dejarla bien limpia para luego empezar con su tarea manual.

Mama había lavado bien la polla de aquel tipo, su polla y los huevos para empezar a sobarle la polla. El vagabundo jadeó al sentir sus finas manos. Realmente hace mucho que una mujer no le tocaba su miembro y sentir eso le daba mucho goce. Tiró su prepucio para atrás y lavo bien el glande. Una vez que lo secó con la toalla empezó a masturbar lo. Su mano subía y bajaba. Esa verga le gustaba estéticamente.



No le podía sacar la mirada de encima. Usó también la otra mano. Podía sujetar su miembro con las dos manos y aún sobraba un poco de polla. Mucho mas grande que al de su ex marido. Empezaba a ahogarse en sus pensamientos.

"Mmm que pedazo tiene este hombre. De haberlo sabido antes... Lo hubiese invitado a la casa, que se de un baño y..."

Mama se relamía y todo era captado por la cámara del cura. Paula ya había hecho correrse al de polla chica. Miraba a su compañera con una mirada de desaprobación. Mama seguía masturbandolo. Por un momento cruzó su mirada con la del vagabundo. El no dijo palabra pero la reconoció en cuanto la vio. Esa mirada decía todo.

El hombre que estaba al lado del vagabundo era un joven de la edad de sus hijos. Tal vez un poco mas chico y estaba empalmado viendo la escena. No pudo aguantarse mas y sacó su polla para jalarsela un poco mientras esperaba. Miraba impunemente como mamá masturbaba a aquel hombre. Ella se sintió un poco incomoda.

"Por favor señora, yo también necesito" Dijo jalandosela como un mono.

"Espera tu turno". Le dijo ella.

Continuaba masturbando a su vagabundo cuando fue interrumpida nuevamente."No puedo esperar mas" Estaba totalmente salido. Mama miraba al cura pensando que intervendría pero no decía nada. Solo filmaba procurando no perder detalle de nada. Mama no tuvo mas remedio que tomar la esponja y pasarla sobre el miembro del joven interrumpiendo brevemente su tarea anterior.

Ya estaba jalandosela a aquel macarra que no dejaba de decirle groserías. Con disgusto ella aceleró la velocidad para que se corra rápido. La acción del joven trajo consigo una reacción en cadena. Ahora el que estaba a la derecha de él también estaba excitado y tenía su miembro afuera.


El cura caminaba alrededor buscando otro angulo. Enfocandola bien. 

Paula llegó para auxiliar a su compañera diciéndoles que se tranquilicen. Que todos tendrían su puñeta.

AHHH SII ZORRA . El joven acabó varios chorros de lefa llegando un poco de su semen a manchar la camiseta de mama que se sobresalto por reflejo. Lo lavó limpiándole la leche y luego se limpió un poco su camiseta. La demanda era alta pues los demás hombres se acercaban a ocupar los lugares ahora vacíos.

El vagabundo que aun no había acabado no reclamaba nada y otros ahora solicitaban los servicios. Mama y Paula pajeaban tanto como podían. Ya les dolían las manos pero su fe era mas fuerte.

La leche estaba manchando el suelo, algunos chorros manchaba su ropa y hasta el rostro de una de ellas. Paula estaba pestañando ya que una descarga le había caido sobre la cara y no podía ver. Mientras tanto mama masturbaba a máxima velocidad. Con las dos manos.


Al cura se le había puesto como roca hace rato pero no podía participar. No importaba, ya se aliviaría luego ahora estaba captando lo que mas le interesaba. Las corridas. Y aquí iba otra.

"AHHHHHH SIII SII " jadeaba este tipo mientras largaba chorros y chorros de lefa.
 Parecía haber estado mucho tiempo sin acabar ya que parecía no terminar mas.

Como se imaginaran todo esto fue hacia mi madre. Manchando en gran cantidad su camiseta. Ya estaba empapada en fluido. No tuvo mas remedio que sacársela quedando en brasier. Esto pareció gustarle al otro que estaba recibiendo la paja ya que le estaba manoseando las tetas.

 Ella intentaba sacárselo de encima. Mas hombres se acercaban impacientes. Todo se estaba descontrolando cada vez mas. Cuando Paula pudo ver bien de nuevo observó que tenía otra polla delante de ella. A centímetros de su rostro. El olor que emanaba también era muy penetrante.

Agarró la esponja pero hubo un torpe forcejeo y la misma cayó para otro lado.

"Tranquilos. Se los atenderá a todos. Pero deben dejarse lavar primero"

Aquel tipo no parecía entender. Tampoco le estaba yendo muy bien a mi madre con el tipo ese y otros dos que tenían sus pollas fuera. El olor era fuerte y se sentía fuertemente. Mama seguía arrodillada y esos dos tipos de pie. Estaba en desventaja en esa posición. Ella les pasaba la esponja rápidamente a una polla y luego la otra. Ambas ya estaban erectas y apuntaban hacia ellas. Mi madre miró a

Paula, que estaba rodeada de pollas.

"Paula!"  No pudo continuar que uno de los hombres le estaba desabrochando el

brasier.

"No!" Exclamaba mientras intentaba que no se lo quiten. Ahora intentaba no revelar sus pechos. Se sujetaba el brasier contra el pecho. Esto se había salido de control definitivamente pero el curo no hacia ni decía nada. No escuchaba los reclamos de mi madre. Ella intentó ir en dirección de su compañera para socorrerla.

Tenía una de las pollas en la boca. Una que no había alcanzado a lavar. El tipo la estaba follando despacio por la boca mientras los demás se masturbaban encima de ella. Mama no la pudo ayudar ya que uno se puso en el medio obligando la a menearsela. Otro reclamó su turno también. Así que tenía una polla en cada mano.

 No pudo defenderse de un tercero que le metió la verga en la boca y le hacía lo mismo que a su amiga. Al menos estaba limpia. Un mínimo consuelo en medio de su martirio. Las damas estaban atendiendo a seis hombres al unisono.



"Excelente, esto es oro puro" Pensaba el cura que elegía buenos planos y distintos ángulos.

Mas y mas leche caía sobre las damas. Dejandolas enchastradas de semen. Paula pudo respirar y tomar algo de aire. Suplicaba en silencio por tener la fuerza que le permitiese afrontar este reto hasta el final. No faltaba tanto.

Mi madre estaba indefensa con las manos sobre el suelo. Uno de aquellos tipos empezó a tirar de su jean. Ahora ponían sus sucias manos sobre su cintura. Buscando desabrocharle el pantalón.

"Basta" Dijo el primer vagabundo. "Basta ya" parecía enojado por las cosas que estaban aconteciendo.

"No somos animales. Estas dos mujeres nos demuestran un gesto que ninguna otra tendría por nosotros. ¿Y así les respondemos? maltratandolas?. No. Paren ya"

Dijo sentándose en una silla. Los demás se detuvieron. Parece que sus palabras los habían hecho reflexionar por un momento. Las damas recuperaron el aliento. Se limpiaron un poco le leche y estaban dispuestas a terminar con el asunto.

El vagabundo estaba sentado en una silla y mi madre se acercó a el para terminar lo que había empezado. Se acercó hacia el y le ofreció las tetas.

"Disfruta esto. Te lo mereces" Le dijo mientras le hacia una chaqueta. la famosa paja rusa, o cubana. Como sea que le digan en sus países. En verdad disfrutaba la atención y la calidad con que lo trataba. Estando allí afuera era invisible para todos. Pero ella, ella lo estaba tratando como si fuese su esposo.

 "OHH SII Clara"




Ahora ya la llamaba por su nombre. La verdad es que siempre supo como se llamaba. Mama estaba caliente. Nadie se la merecía mas que el. Dejó de masturbarlo con las tetas para agarrarla con una mano y metersela en la boca. Con la lengua recorria el glande y tragaba toda la cabeza.


"Ohhh ohhh joder!" Se escuchaba el jadeo de él mezclado un poco con los ruidos que ella hacía al tragar.

 Paula la miraba con aprobación. Y ahora que los demás hombres estaban sentados agarró la esponja y continuo con su labor. Uno no pudo aguantar mas su calentura y se corrió al sentir el tacto de la esponja sobre su miembro. Mientras se corria Paula se la acariciaba con suma clemencia para que disfrute mas.

"Bueno quien es el proximo?"

Los hombres se estaban comportando como unos duques demostrando que podían cambiar y no ser unas bestias en celo.

"OHHHHHH " Jadeaba el hombre que mi madre atendía. Con una paja estaba largando toda la leche.

" Eso es. Largala toda." Le dijo mientras veía como se corría. Con mucha delicadeza lo limpio y también puso su mano sobre el miembro como toque de despedida."

Una vez que terminó se sumo a su compañero y codo a codo se pusieron a pajear a los restantes que esperaban pacientemente sentados. Al ultimo lo masturbaron entre las dos haciendo que largue una gran cantidad de semen.



"Son dos ángeles en la tierra. Me han hecho olvidar un poco de mi desgracia. No puedo pedirles mas." Dijo el vagabundo a la cámara mientras el cura le preguntaba por la experiencia.

" Si con un gesto tan pequeño que no cuesta nada podemos ayudar nosotras encantandas"

Dijo paula en la entrevista. Su aspecto era fatal. tenía semen en el pelo y en la camiseta."

" A veces hay darlo todo por el prójimo. Esto es una gran muestra de amor por el otro" Dijo mi madre aun en tetas y con leche en el pelo, barbilla y tetas."

Se sacaron una foto. las mujeres estaban sentadas en el suelo y los hombres parados detrás de ellas.

Ellos se higienizaron y luego de comer algo se fueron contentos. Aliviados de su pesar. Las damas por supuesto acomodaron el lugar y limpiaron el suelo.

El seminarista no podía estar mas satisfecho. Solo tenía que editar. Sacar la parte donde mi madre se queja en cámara y cuando habla el vagabundo y tenía la película que subiría en la pagina. Era un material muy valioso que iba a generar una gran ganancia y ellas dos no verían nada de eso. Solo fueron usadas. El ni siquiera era un cura real.

"Bueno chicas. Ya terminamos por hoy. El señor estará complacido. Las felicito por el gran acto de amor al prójimo que han hecho el día de hoy"

Ganas no le faltaban de tirarse a mi madre. Pues estaba muy caliente pero el viejo sacerdote estaba por llegar y no debía haber ninguna evidencia de lo ocurrido. Ademas tenía mucho trabajo que hacer editando la película. Así que se despidió de ellas y ambas damas volvieron a sus casa.

Mi madre se sentía muy satisfecha. Al fin había podido calmar su tormento. Los pensamientos se habían tranquilizado y sentía paz consigo misma.


FIN


Espero que les haya gustado. De ser así comenten. Por favor no spam. Saludos.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

¿No spam?
spam fue tu mierda relato.

Anónimo dijo...

???? Ardido, al menos una crítica constructiva.

Anónimo dijo...

No hagas caso Cepheus, tu relato estuvo muy morboso, los gifs igual, me dieron muchas ganas de hacerme una paja, saludos

Anónimo dijo...

Nombres de las chicas del último gif?

Anónimo dijo...

https://discord.gg/UPhPtr

Anónimo dijo...

Excelente relato! Muy morboso... Gracias por compartirlo

Anónimo dijo...

una mierda

Anónimo dijo...

De acuerdo,checa a sexmachine, merovingiox,etreme relator para que les aprendas algo.

Unknown dijo...

El mejor relato que he leído, soy nuevo en el blog, hay más así?

Anónimo dijo...

Pinche barbero.

Anónimo dijo...

Y tú pinche puto pajero.

Anónimo dijo...

Has de escribir muy chingon para andar de criticón, pinche puto culero.