Este confinamiento te tiene aburrido. Ya has viste todas las series y películas por haber. Jugaste todos los videojuegos y te la jalaste tantas veces que ya perdiste la cuenta. ¿Porque? ¿Acaso no vives con tu esposa?
Ah, lo olvidaba. Ella se dedica a la salud. Debe y tiene que presentarse al hospital a trabajar. Es alguien vital para estos días que se viven y tu la admiras por ello.
Allí le pone el cuerpo a la pandemia.
Con métodos pocos ortodoxos trata a los pacientes.
Es una terapia para unos pocos pacientes seleccionados. Y es casi infalible.
Claro que también asiste a los demás doctores.
Dándoles un poco de alivio para que puedan desestresarse y continuar con su jornada.
Pero tu esposa también toma la medicina.
Se la toma toda y eso es lo que la hace estar tan saludable
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