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miércoles, 19 de septiembre de 2018

EL HIJO QUE MIRA

Estaba con mi mejor amigo viendo en casa un partido de fútbol que echaban por televisión.
Cómo nos quedamos sin cerveza bajé a la calle a por más.
Cuando volví me encontré a mi mejor amigo follándose a mi madre.
Con el ruido de la televisión no se enteraron de mi presencia y yo, empalmado, no le molesté pero, sin hacer ruido, no me perdí detalle de cómo se la follaba.
Cuando al fin la dejó, mi madre se marchó corriendo al baño y yo, en ese momento, hice cómo si entrara por la puerta y no hubiera visto nada.
El partido acabó sin más incidencias aunque mi madre no apareció por el salón hasta que mi amigo se marcó.
Estoy deseando que mi padre otra vez se ausente de casa cuando retransmitan un partido de fútbol para así volver a invitar a mi amigo.



4 comentarios:

Alex23Age dijo...

Cuando un hijo descubre y ve por primera ves a su mami follando con su mejor amigo o con uno de sus enemigos, el hijo cornudo siempre piensa que es la primera ves que lo hacen o que lo hicieron en el calor del momento pero eso no es así, la verdad es que ellos posiblemente ya tengan un largo historial de encuentros sexuales.

Yo por ejemplo tengo 23 próximamente 24 años y actualmente me estoy follando a una mami que tiene un hijo de 18 años recién cumplidos y cuando se entero que yo me estaba follando a su mama el creía que esa era la primera ves que yo lo hacia y se puso muy histérico, pero la realidad es que yo desde hace años atrás (específicamente desde que yo tenia 20) yo ya había acariciado y follado a su mami muchas veces.

Anónimo dijo...

Me parece muy bien que dejes follar a tu mami tranquila. hazte una paja si quieres.

Y tu Alex23age puedes follarte a mi madre cuando gustes, eso si, despues dime como se lo has hecho.

Anónimo dijo...

Si alex23ange follate ami madre y graba como te la follas quiero verla cabalgar en tu verga

Anónimo dijo...

Lo más morboso es la primera vez que la pillas follando con alguien que no es tu padre. Te sorprende desagradablemente al principio pero, a veces poco a poco y otras rápidamente, el desagrado da paso al placer, al placer de haberla pillado y, solo pensar o recordarlo, te la pone bien tiesa y te pajeas una y otra vez hasta quedarte seco.