Desde que mi madre cogió algo de peso la ropa la aprieta. Una tarde
entré en casa con unos amigos y encontré a mi madre durmiendo sobre el
sofá con la camisa abierta. Pobrecita, vino tan cansada del trabajo que
ni pudo cambiarse de ropa. Nos marchamos a pesar de que mi amigos
insistieron en quedarse sin hacer ningún ruido que la despertara.
1 comentario:
Menudas tetas tiene tu madre, tío. Ideales para cubanas salvajes.
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