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martes, 10 de julio de 2018

EL HIJO QUE MIRA

Mi madre tiene últimamente la costumbre de ir todas las tardes a tomar un café a media tarde a la casa de la vecina.
Por los ruidos que escucho por la ventana me temo que hace algo más que tomar un café, algo mucho más ... fuerte.
Esta mañana mis sospechas se han confirmado, ya que el portero me ha dicho que la vecina lleva varias semanas con sus hijos pequeños en la playa y su marido se ha quedado solo en casa.
No se cómo evitar que mi madre siga "tomando el café con la vecina" sin herir la sensibilidad de ella ni de mi padre.
 

 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Incorpórate al café y disfruta también del culo de tu madre.

Anónimo dijo...

Que ganas de poder verlo y hacerme la paja sin que tu madre se de cuenta. Más ganas tengo de ver a mí madre en esa situación, estoy disfrutando de esta historia, mí imaginación vuela y me la estoy jalando, que delicia es este pensamiento morbo, que rico, estoy gozando...
Gracias por este blog! Puff

Anónimo dijo...

¡Que culazo tiene tu madre! ¡Totalmente colorado de tanto sobe, azote y folleteo!

Anónimo dijo...

Con ese culo no será el vecino el único que se la folle. Todo el barrio anda detrás de él y no pocos lo conseguirán.