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domingo, 28 de julio de 2019

Escondidas



El juego del escondite nunca fue tu favorito pero si el de tu amigo de la infancia.
Veras, una vez hace muchos años ya estaban jugando ese juego con tu amigo. Habían quedado solos en casa bajo el cuidado de tu hermana mayor. Tu madre no estaba en casa ya que trabajaba en una oficina del centro.

Tu amigo te descubrió rápidamente pero tu no podías encontrarlo. El maldito se había escondido bien. Muy bien de hecho ya que estaba dentro del armario de tu madre. Y eso que habías entrado en su habitación y buscaste pero no lo encontraste. Así que decidiste ir al patio de atrás a buscar.
En ese momento llegó tu madre del trabajo. Cansada debido a una larga jornada. Solo quería sacarse esa ropa. Liberarse de su sostén opresor y luego darse un baño relajante. Disfrutar un rato aunque sea antes de tener que hacer la cena para sus críos. 




Tu amiguito no podía creer lo que estaba viendo. Guardo silencio y procuró no ser descubierto. A su corta edad vería por primera vez una mujer desnuda!.


Entonces sucedió. Tu madre se desabrochó el sostén y tu amigo vio como eran unas tetas por primera vez.


Tu joven madre tenía unas tetas hermosas. El chiquillo las contemplaba sin perder detalle. Sentía una incipiente excitación. Algo nuevo para él. El corazón le latía rápido. 


Pero no se detuvo ahí. 


Se estaba bajando el pantalón también. 

Y no parecía que iba a detenerse allí.


Tu amiguito sentía una sensación muy placentera mientras se frotaba viéndola.


Estaba quedando completamente desnuda y el podía ver todo. Se seguía frotando por encima del pantalón disfrutando mucho. Sentía que iba a orinar. No podía aguantar mas. Pero no era eso. Era algo muy diferente. Estaba teniendo su primera eyaculación viendo a tu mama completamente desnuda. En su apogeo. Un gran privilegio y algo que no iría a olvidar jamas. 



Tu amigo se corría viéndole las tetas y el coño. Sentía algo completamente nuevo. Como si fuese a morir del gusto. Sin querer dejó escapar algún jadeo. Tu madre se percato y por reflejo miro hacia los costados sorprendida pero no sospechó nada. Se puso una bata y fue a darse la ducha. 

Al rato salió tu amigo. Había sido ganador del juego ese día pero había ganado mucho mas. Le dedico varias pajas a tu  madre a partir de ese día. Jamas olvidaría ese recuerdo. Ahora quería ir siempre a tu casa. Nunca te contó nada, ni sospechaste nada tampoco. Pero tu madre había sido la musa inspiradora de las pajas de tu amigo. Y no era el único.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmm, muy bueno y morboso relato de despertar sexual, y con una madre de por medio (el mejor tipo de despertar sexual que existe, jeje).

Alan Ríos Fuentes dijo...

De chicos un primo espiaba a mi mamá y yo lo ví no le di importancia hasta que de grandes siguio haciéndolo y un día al llegar a casa tuve que ver cómo mi primo le rompía el culo a mi mama

Anónimo dijo...

Dame consejos para que le den verga a mi madre