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lunes, 16 de septiembre de 2019

Momday - Relato erotico - Tu madre y los ocupas


 Capitulo 1

Era una tarde tranquila, estabas solo en tu casa jugando a los videojuegos.  Tu padre estaba trabajando y tu madre había salido. Un golpe a tu puerta te llamó la atención. Decidiste ignorarlo hasta que volvieron a golpear con insistencia.  Te asombraste y viste a tu indeseable vecino Sebastián, uno de los que Vivian en la casa de al lado, vecino era una forma de llamar a esos malvivientes que usurpaban la casa. 

Tenían mala fama en el barrio, se decía que robaban y se escondían en esa casa. De mala gana te acercaste y abriste un poco la puerta preguntando que quería.  
Te ofreció una revista que estaba vendiendo, que intentaba cambiar su vida y que eras bueno y seguramente lo ibas a ayudar.  Podría ser muy persuasivo y de alguna manera quisiste ayudarlo, no tenías efectivo encima así que lo hiciste pasar a tu casa.  Te habías apiadado de él, confiaste ingenuamente.  Entro en confianza, estuvieron un rato charlando, parecía un tipo agradable. Al ver unas fotos familiares se quedó mirando la foto de tu mama y pregunto si había alguien más en casa. Al rato lo llaman a su telefono celular.

-Hola, sí, estoy en la casa del vecino, pues si pasen. Oye no te molesta que mis amigos pasen un rato verdad? 
Te estaba poniendo en un aprieto, no reaccionaste y al cabo de un rato estaban tocando la puerta.  Eran David y Jonathan.  
Te saludaron y saludaron a Sebastián, que parecía el anfitrión.  Tomaron algo mientras miraban la televisión.  David fue al baño, al pasar por el pasillo vio una habitación a la cual luego entró sigilosamente, era el cuarto de tus padres.  Para tu mala suerte lo que decían de ellos era cierto, así que empezó a abrir los cajones para ver que había de valor. 
Agarro algo de efectivo y revolvió el ultimo cajón. Para su sorpresa tenia ropa interior de tu madre,  manoseaba sus bombachas hasta que agarro una tanga. Se la llevo a la nariz para olerla y deleitarse.  Esto lo calentaba mucho, a decir verdad tu madre le calentaba, a él y al resto de la banda.  Ella cuarentona, se mantenía muy bien a su edad, tenía una figura envidiable. Un culo grande que era admirado por los muchachos y unas buenas tetas,  que sin ser enormes provocaban.  De hecho uno de los pibes de la barrita, hermano menor de Jonathan le había dicho alguna vez una grosería a tu madre. Ella le había respondido al mocoso,  de tan solo 15 años, algo que no había caído muy bien.  
Johny como le decían sus amigos, agarro la tanga de tu madre y se la guardó.  Luego siguió registrando la otra habitación. David se había asomado al pasillo, y johny se acercó a hablarle en voz baja. Le contaba lo que había visto, las cosas que tenías.  Murmuraron algo y volvieron hacia dónde estabas.  Estaban a espaldas tuyo, Sebastián los estaba mirando. Sentiste un fuerte golpe en la cabeza y todo se volvió negro.

No supiste cuanto tiempo había pasado, quizás fueron minutos, quizás horas. Cuando recobraste el conocimiento estabas solo en casa de nuevo. Te reincorporaste y viste que faltaban cosas, faltaban electrodomésticos. Te habían robado!  Estabas desesperado, no sabías que hacer. Que le dirias a tus padres?

Las manecillas del reloj, una de las cosas que seguían estando pasaban y tu madre había llegado, abrió la puerta y con cara de asombro.

-Que paso?!,  grito extrañada, furiosa.

No sabias que contestar, solo alcanzaste a balbucear el nombre de tu vecino.

-Ahh, con que han sido esos. Esas lacras, esas basuras, nos robaron.  Sin pensarlo ella salió de la casa, te asomaste y viste que ella iba a increpar a la casa de al lado, sabias que eso no podía terminar bien.
Golpeo la puerta, con determinación, al rato David abrió preguntando quien era.  Se llevó una 
sorpresa al verla.

"Señora, mejor váyase, dijo cerrando la puerta." 



Tu mama la detuvo y entró decidida. Viste que David cerró la puerta y te metiste para adentro.
Al entrar tu madre se encontró con johny, David , Alan y Kevin, el hermano menor de Johny. Estaban sentados alrededor de una mesa tomando unas cervezas y mirando la televisión que habían robado.

-Ella, con tono firme dijo que eran sus cosas.  Que se las devuelvan de inmediato.

-Ah si? Son sus cosas? Su hijo nos las regalo.  Dijo Sebastián.

-Eso es mentira, ustedes nos robaron. Son unos delincuentes!

-Señora, baje un poco los humos.

-Quizás quiere esto de nuevo, dijo Johny mostrando la tanga. Jajaja rieron todos.

Tu madre se había quedado helada, avergonzada y ya nerviosa dijo que llamaría a la policía.
Puede llamar a la policía, pero sabe que no vendrán.  Perderá su tiempo, o puede negociar con nosotros.

Negociar? Esas son nuestras cosas, las que nos costaron tanto esfuerzo conseguir. No tenemos dinero, por favor no nos hagan esto.  Dijo sollozando.  Mi marido no..

-Su marido? La interrumpió Sebastián. Porque viene su mujer sola a este lugar, no tiene nadie que la defienda? Nose… quizás podamos llegar a un acuerdo.

-Les dije que no tengo dinero.

-No necesariamente tiene que ser dinero.

Kevin la miraba sin disimulo, la desnudaba con la mirada. Clavaba los ojos en ese par de tetas.

-Podemos hacer un trato señora, pero tendrá que colaborar. Depende de usted.

-Asi si, dijo ella dubitativa. Sin saber que esperar.

-Verá señora,

-Puedes decirme Sofía. Dijo ella, un poco más distendida.

-Sofía, estas cosas las íbamos a vender, si se las devolvemos perdemos dinero.  No se las podemos dar así nomas.  Queremos algo a cambio.

Johny prendió el equipo de música que habían robado de tu casa.

- Usaremos esto antes de que se lo lleve de vuelta, mientras lo disfrutaremos, usted está invitada.

-Si, la disfrutaremos, murmuró Kevin.

Johny le ofreció una cerveza.  Tu madre aceptó, bajando un poco la guardia.

-Pero yo.. que es lo que debo hacer?

-Relajate Sofy, le dijo Johny , toma un poco de cerveza y disfruta la fiesta.

Una vez que habían roto un poco el hielo y estaban más en confianza Sebastián se acercó a tu madre.

-Sofía, la fiesta necesita más entretenimiento, los muchachos se están aburriendo.  De esto depende que te devolvamos las cosas.  Por qué no animas un poco la fiesta?

-Qué puedo hacer? Preguntó ingenuamente.

- Porque no bailas un poco?

-Si bailemos, dijo ella, haciendo movimientos torpes. 

-Que idiota, susurro kevin.

-jaja, eso está muy bien Sofy, pero por qué no lo haces en la mesa? Así te podemos ver mejor?

-Que? Noo, no.

-Anda, no seas tímida mujer, tú serás el entretenimiento.  Danos un show. Dijo tomándola del brazo y acercándola a la mesa. Corrieron las cosas haciendo lugar y comenzaron a alentarla para que se subiera.

-Sofi, sofi, sofi! Decían todos aplaudiendo.

-No, me da vergüenza.

-Es solo un baile y tendrás tus cosas. Sube.  Tu madre se sacó los zapatos y subió a la mesa, todos aplaudieron.

Desde tu casa oías la música y un griterío. Te preguntabas que podía ser.

Ella se movía tímidamente al ritmo de la música, intentaba hacer lo que había visto en algunas películas. Sus movimientos carecían de sensualidad, pero les gustaba verla. Verla como bailaba para ellos, ver esa cola, que tantas veces habían deseado.  Poder ver impunemente sus pechos.  Recorrían su cuerpo con la mirada y ella con sus manos recorría su cuerpo.

Vamos Sofía! Alentaba David.

Los muchachos abrían unas cervezas mientras miraban a tu madre, que bailaba descalza en la mesa,  disfrutaban de esas bellas piernas, chiflaban y silbaban.

-Mucha ropa- Gritó Alan.

-Muestra las tetas!  Gritó Johny.

Tu madre se sentía incomoda.

-Sofía, obedece. Dijo Sebastián, tirando al piso un suvenir que habían robado de tu casa y rompiéndolo.

Ella entendió como serían las cosas.  Se sentía humillada, tener que desnudarse frente a esos depravados.
Con un rastro de impotencia se levantó la blusa hasta quedar en corpiño.  Tiró la prenda mientras seguía meneándose,  los muchachos estaban como locos, pero no se conformaban. Querían verla completamente desnuda. 
Tu madre se baja la pollera, sabe que cuando más rápido lo haga, más pronto terminara ese martirio. Así que sensualmente se la saca y la tira. Le cae a Kevin.

-Vamos perra, quítate todo! Exclama el mocoso.

Queda casi al descubierto lo que todos querían ver, las nalgas de tu madre, ella no escatima y da una vuelta. Volviéndolos locos. Estaba en ropa interior, provocaba erecciones en los espectadores. Pensó que ya era suficiente. Pero volvió a escuchar el reclamo de Sebastián.

-No he dicho que pares Sofía.

-Peero, ya está. Es suficiente.

-No, yo diré cuando lo sea, continua. Dijo en un tono que asusto a tu mama.

Ella se seguía meneando, movía sus curvas, no tuvo más remedio. Se desabrocho el corpiño, jugaba con las telas que bajaban cuidadosamente por sus hombros, se cubría el pecho con el sostén hasta que liberó esas tetas.
Todos enloquecieron al ver a tu mama en tetas.

-Brindo por esas tetas! Decía uno levantando una cerveza. La fiesta era un éxito, ellos la estaban pasando muy bien.
Se tapaba como podía con los brazos, quizás por reflejo. Ella entendió y de nuevo sus pechos estaban libres. Con gran pudor se inclinó y bajo su bombacha, cayendo hasta sus tobillos. Levanto los pies y Johny la manoteo, llevándosela y oliéndola.

-Mmm, huele mejor que la de su cajón jaja.
Ahí estaba tu madre, desnuda ante aquellos degenerados. Dejaba ver su pubis depilado.
Todos la estaban pasando genial, reían y bebían. Disfrutaban de tu mama bailando desnuda, estaban al palo. Pero sabían que esto no terminaría ahí. Kevin, se estaba haciendo una paja impunemente, no podía con sus hormonas adolescentes. A tu madre le daba asco.
Sebastián le extendió la mano a su madre para que baje de la mesa.

-Un aplauso para Sofía!

-Bravo Sofía! Exclamaban.

-Muy bien Sofy, haz obedecido y por eso te devolvemos tu microondas.

-Que?! Decía ella, desnuda, sin poder creer que todo eso había sido para recuperar solamente eso.
-Si quieres más, te va a costar más.

-Quiero mis cosas!! Exclamo ella, con impotencia, muy nerviosa.  Sinvergüenza!

Sebastián la tomó del brazo y fue hacia un sillón. Ese sentó, ella arrodillada sabía cómo iba a terminar eso.  Se bajó la cremallera y saco su verga.  Ella no lo podía creer, estaba muy angustiada mientras se la meneaba un poco acercaba la cabeza de tu madre hacia su miembro.  Ella cerró los ojos y comenzó a succionarle la verga, queriendo que termine pronto.

-Ohh sii Sofía, que bien la chupas. Ya no estás tan altanera. 

Decía humillándola mientras sujetaba su cabeza, a su voluntad, haciendo que suba y baje.  Seguro que ella no se la chupaba ni a su esposo y ahora estaba ahí mamándosela a un desconocido.  Eso le calentaba de sobremanera a Sebastián que disfrutaba.

Todos observaban el espectáculo, tenían la verga dura y se pajeaban viendo como se la chupaba tu mama, que ahora era la hembra de Sebastián. Tendrían que esperar su turno. No perdían detalle de su hermoso culo.  Luego de un tiempo, ella sola ya la chupaba a su ritmo, usaba la mano, subía y bajaba mientras la chupaba. Resaltaba el anillo de casada que tenía en la mano.  
Hizo que tu mama se detenga y forzándola que se dé vuelta para luego hacerla sentar en su polla.

-Noo detente, no termino de decir la frase que ya tenía la verga adentro.

-Muchachos, disfruten la vista. Para que no pierdan ningún detalle.

Todos podían ver como penetraba a tu mama, como la verga entraba y salía de su concha, o mejor dicho como la concha se comía la verga mientras ella hundía. Sus tetas bamboleaban al ritmo de la embestida.

-Ahhh, ahhh gemia tu madre.  Por tu ingenuidad ahora tu madre estaba pagando un alto precio. Con su concha lo estaba pagando.
Abrió los ojos y vio horrorizada como estos hombres, algunos con edad para ser sus hijos se pajeaban viendo como se la cogían. Ella no podía estar más humillada.

-AHHH, por favor para.  Suplicaba, pero solo hacía que él le dé con más ganas.

Sebastián disfrutaba cogerse a tu madre, su concha era apretada, algo difícil en una mujer de su edad.  La puso en cuatro patas y se la cogió con furia como una perra. 


-Ohhhh uhhhh gemia tu mama, él le agarraba el pelo mientras le daba. La usaba a su voluntad, como una muñeca inflable.

  Kevin fue el más atrevido, se acercó y le puso la pija en la boca de prepo haciendo que la chupe.  Para su edad tenía un buen tamaño, le calentaba bastante la diferencia de edad. Era la primer madura que se cogía.

-Vamos puta, chúpala. Si así! Le decía sin respeto alguno a tu madre.  Más bien él la penetraba por la boca.

-Así putita así! Decía el mocoso que disfrutaba de tu madre mientras Sebastián la penetraba sin piedad. Plaf plaf plaf, se escuchaba, el ruido de los cuerpos chocando.

-Ahhhh Sofiaaa, Exclamo Kevin echándole toda la leche en la boca a tu madre. Ahhh. 


Parecía que se ahogaba, Kevin saco la verga de la boca y ella pudo respirar dejando caer la leche que caía por los labios y la barbilla de tu mama. 

Todos felicitaban al chico, esperando su turno para poder gozar con tu madre.  Mientras tanto Sebastián se la estaba hundiendo hasta los huevos y no tardo mucho más en acabar. Saco la verga y le acabó en la espalda. Se había vaciado los huevos, los chorros de semen recorrían la espalda de mama hasta caer al piso.

-No te preocupes Sofi, que aun tenés varios más.

Estaba en el piso, de rodillas, tratando de recuperar el aliento, las gotas de leche recorrían su cuerpo.
No le dieron tiempo, Johny se acercó y la abrió de piernas.

Fin capítulo 1.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

me hizo recordar una anectoda de mi madre

Anónimo dijo...

que rico, ojalá el Kevin le haga sexo anal en lenceria mmm

Anónimo dijo...

Para Cuando el siguiente capítulo?

Anónimo dijo...

Excelente aporte!!

Anónimo dijo...

PODRIAS SEGUIR ESTA SERIE ME QUEDE CON GANAS DE SEGUIR LEYENDOLA POR FAVOR CONTESTA SI PUEDES SEGUIRLA

Joaquin dijo...

Hola, Hola ¿cómo están? Los quiero invitar a conocer los Table dance de chetumal espero que si viene aquí se diviertan, saludos