Capitulo 1
Era una tarde tranquila, estabas solo en tu casa jugando a
los videojuegos. Tu padre estaba
trabajando y tu madre había salido. Un golpe a tu puerta te llamó la atención.
Decidiste ignorarlo hasta que volvieron a golpear con insistencia. Te asombraste y viste a tu indeseable vecino Sebastián,
uno de los que Vivian en la casa de al lado, vecino era una forma de llamar a
esos malvivientes que usurpaban la casa.
Tenían mala fama en el barrio, se decía que robaban y se escondían en
esa casa. De mala gana te acercaste y abriste un poco la puerta preguntando que
quería.
Te ofreció una revista que estaba vendiendo, que intentaba
cambiar su vida y que eras bueno y seguramente lo ibas a ayudar. Podría ser muy persuasivo y de alguna manera
quisiste ayudarlo, no tenías efectivo encima así que lo hiciste pasar a tu
casa. Te habías apiadado de él,
confiaste ingenuamente. Entro en
confianza, estuvieron un rato charlando, parecía un tipo agradable. Al ver unas
fotos familiares se quedó mirando la foto de tu mama y pregunto si había
alguien más en casa. Al rato lo llaman a su telefono celular.
-Hola, sí, estoy en la casa del vecino, pues si pasen. Oye
no te molesta que mis amigos pasen un rato verdad?
Te estaba poniendo en un
aprieto, no reaccionaste y al cabo de un rato estaban tocando la puerta. Eran David y Jonathan.
Te saludaron y saludaron a Sebastián, que
parecía el anfitrión. Tomaron algo
mientras miraban la televisión. David
fue al baño, al pasar por el pasillo vio una habitación a la cual luego entró
sigilosamente, era el cuarto de tus padres.
Para tu mala suerte lo que decían de ellos era cierto, así que empezó a
abrir los cajones para ver que había de valor.
Agarro algo de efectivo y revolvió el ultimo cajón. Para su sorpresa
tenia ropa interior de tu madre,
manoseaba sus bombachas hasta que agarro una tanga. Se la llevo a la
nariz para olerla y deleitarse. Esto lo
calentaba mucho, a decir verdad tu madre le calentaba, a él y al resto de la
banda. Ella cuarentona, se mantenía muy
bien a su edad, tenía una figura envidiable. Un culo grande que era admirado
por los muchachos y unas buenas tetas,
que sin ser enormes provocaban.
De hecho uno de los pibes de la barrita, hermano menor de Jonathan le
había dicho alguna vez una grosería a tu madre. Ella le había respondido al
mocoso, de tan solo 15 años, algo que no
había caído muy bien.
Johny como le
decían sus amigos, agarro la tanga de tu madre y se la guardó. Luego siguió registrando la otra habitación.
David se había asomado al pasillo, y johny se acercó a hablarle en voz baja. Le
contaba lo que había visto, las cosas que tenías. Murmuraron algo y volvieron hacia dónde estabas. Estaban a espaldas tuyo, Sebastián los estaba
mirando. Sentiste un fuerte golpe en la cabeza y todo se volvió negro.
No supiste cuanto tiempo había pasado, quizás fueron
minutos, quizás horas. Cuando recobraste el conocimiento estabas solo en casa
de nuevo. Te reincorporaste y viste que faltaban cosas, faltaban
electrodomésticos. Te habían robado!
Estabas desesperado, no sabías que hacer. Que le dirias a tus padres?
Las manecillas del reloj, una de las cosas que seguían
estando pasaban y tu madre había llegado, abrió la puerta y con cara de
asombro.
-Que paso?!, grito
extrañada, furiosa.
No sabias que contestar, solo alcanzaste a balbucear el
nombre de tu vecino.
-Ahh, con que han sido esos. Esas lacras, esas basuras, nos
robaron. Sin pensarlo ella salió de la
casa, te asomaste y viste que ella iba a increpar a la casa de al lado, sabias
que eso no podía terminar bien.
Golpeo la puerta, con determinación, al rato David abrió
preguntando quien era. Se llevó una
sorpresa al verla.
"Señora, mejor váyase, dijo cerrando la puerta."
Tu mama la detuvo y entró decidida. Viste que David cerró la
puerta y te metiste para adentro.
Al entrar tu madre se encontró con johny, David , Alan y
Kevin, el hermano menor de Johny. Estaban sentados alrededor de una mesa
tomando unas cervezas y mirando la televisión que habían robado.
-Ella, con tono firme dijo que eran sus cosas. Que se las devuelvan de inmediato.
-Ah si? Son sus cosas? Su hijo nos las regalo. Dijo Sebastián.
-Eso es mentira, ustedes nos robaron. Son unos delincuentes!
-Señora, baje un poco los humos.
-Quizás quiere esto de nuevo, dijo Johny mostrando la tanga.
Jajaja rieron todos.
Tu madre se había quedado helada, avergonzada y ya nerviosa
dijo que llamaría a la policía.
Puede llamar a la policía, pero sabe que no vendrán. Perderá su tiempo, o puede negociar con
nosotros.
Negociar? Esas son nuestras cosas, las que nos costaron
tanto esfuerzo conseguir. No tenemos dinero, por favor no nos hagan esto. Dijo sollozando. Mi marido no..
-Su marido? La interrumpió Sebastián. Porque viene su mujer
sola a este lugar, no tiene nadie que la defienda? Nose… quizás podamos llegar
a un acuerdo.
-Les dije que no tengo dinero.
-No necesariamente tiene que ser dinero.
Kevin la miraba sin disimulo, la desnudaba con la mirada.
Clavaba los ojos en ese par de tetas.
-Podemos hacer un trato señora, pero tendrá que colaborar.
Depende de usted.
-Asi si, dijo ella dubitativa. Sin saber que esperar.
-Verá señora,
-Puedes decirme Sofía. Dijo ella, un poco más distendida.
-Sofía, estas cosas las íbamos a vender, si se las
devolvemos perdemos dinero. No se las
podemos dar así nomas. Queremos algo a
cambio.
Johny prendió el equipo de música que habían robado de tu
casa.
- Usaremos esto antes de que se lo lleve de vuelta, mientras
lo disfrutaremos, usted está invitada.
-Si, la disfrutaremos, murmuró Kevin.
Johny le ofreció una cerveza. Tu madre aceptó, bajando un poco la guardia.
-Pero yo.. que es lo que debo hacer?
-Relajate Sofy, le dijo Johny , toma un poco de cerveza y disfruta
la fiesta.
Una vez que habían roto un poco el hielo y estaban más en
confianza Sebastián se acercó a tu madre.
-Sofía, la fiesta necesita más entretenimiento, los muchachos se están aburriendo. De esto depende que te devolvamos las cosas. Por qué no animas un poco la fiesta?
-Qué puedo hacer? Preguntó ingenuamente.
- Porque no bailas un poco?
-Si bailemos, dijo ella, haciendo movimientos torpes.
-Que idiota, susurro kevin.
-jaja, eso está muy bien Sofy, pero por qué no lo haces en
la mesa? Así te podemos ver mejor?
-Que? Noo, no.
-Anda, no seas tímida mujer, tú serás el
entretenimiento. Danos un show. Dijo
tomándola del brazo y acercándola a la mesa. Corrieron las cosas haciendo lugar
y comenzaron a alentarla para que se subiera.
-Sofi, sofi, sofi! Decían todos aplaudiendo.
-No, me da vergüenza.
-Es solo un baile y tendrás tus cosas. Sube. Tu madre se sacó los zapatos y subió a la
mesa, todos aplaudieron.
Desde tu casa oías la música y un griterío. Te preguntabas
que podía ser.
Ella se movía tímidamente al ritmo de la música, intentaba
hacer lo que había visto en algunas películas. Sus movimientos carecían de
sensualidad, pero les gustaba verla. Verla como bailaba para ellos, ver esa
cola, que tantas veces habían deseado.
Poder ver impunemente sus pechos. Recorrían su cuerpo con la mirada y ella con
sus manos recorría su cuerpo.
Vamos Sofía! Alentaba David.
Los muchachos abrían unas cervezas mientras miraban a tu
madre, que bailaba descalza en la mesa,
disfrutaban de esas bellas piernas, chiflaban y silbaban.
-Mucha ropa- Gritó Alan.
-Muestra las tetas!
Gritó Johny.
Tu madre se sentía incomoda.
-Sofía, obedece. Dijo Sebastián, tirando al piso un suvenir
que habían robado de tu casa y rompiéndolo.
Ella entendió como serían las cosas. Se sentía humillada, tener que desnudarse
frente a esos depravados.
Con un rastro de impotencia se levantó la blusa hasta quedar
en corpiño. Tiró la prenda mientras
seguía meneándose, los muchachos estaban
como locos, pero no se conformaban. Querían verla completamente desnuda.
Tu madre se baja la pollera, sabe que cuando más rápido lo
haga, más pronto terminara ese martirio. Así que sensualmente se la saca y la
tira. Le cae a Kevin.
-Vamos perra, quítate todo! Exclama el mocoso.
Queda casi al descubierto lo que todos querían ver, las
nalgas de tu madre, ella no escatima y da una vuelta. Volviéndolos locos.
Estaba en ropa interior, provocaba erecciones en los espectadores. Pensó que ya
era suficiente. Pero volvió a escuchar el reclamo de Sebastián.
-No he dicho que pares Sofía.
-Peero, ya está. Es suficiente.
-No, yo diré cuando lo sea, continua. Dijo en un tono que
asusto a tu mama.
Ella se seguía meneando, movía sus curvas, no tuvo más
remedio. Se desabrocho el corpiño, jugaba con las telas que bajaban
cuidadosamente por sus hombros, se cubría el pecho con el sostén hasta que
liberó esas tetas.
Todos enloquecieron al ver a tu mama en tetas.
-Brindo por esas tetas! Decía uno levantando una cerveza. La
fiesta era un éxito, ellos la estaban pasando muy bien.
Se tapaba como podía con los brazos, quizás por reflejo.
Ella entendió y de nuevo sus pechos estaban libres. Con gran pudor se inclinó y
bajo su bombacha, cayendo hasta sus tobillos. Levanto los pies y Johny la
manoteo, llevándosela y oliéndola.
-Mmm, huele mejor que la de su cajón jaja.
Ahí estaba tu madre, desnuda ante aquellos degenerados.
Dejaba ver su pubis depilado.
Todos la estaban pasando genial, reían y bebían. Disfrutaban
de tu mama bailando desnuda, estaban al palo. Pero sabían que esto no
terminaría ahí. Kevin, se estaba haciendo una paja impunemente, no podía con
sus hormonas adolescentes. A tu madre le daba asco.
Sebastián le extendió la mano a su madre para que baje de la
mesa.
-Un aplauso para Sofía!
-Bravo Sofía! Exclamaban.
-Muy bien Sofy, haz obedecido y por eso te devolvemos tu
microondas.
-Que?! Decía ella, desnuda, sin poder creer que todo eso
había sido para recuperar solamente eso.
-Si quieres más, te va a costar más.
-Quiero mis cosas!! Exclamo ella, con impotencia, muy
nerviosa. Sinvergüenza!
Sebastián la tomó del brazo y fue hacia un sillón. Ese
sentó, ella arrodillada sabía cómo iba a terminar eso. Se bajó la cremallera y saco su verga. Ella no lo podía creer, estaba muy angustiada
mientras se la meneaba un poco acercaba la cabeza de tu madre hacia su
miembro. Ella cerró los ojos y comenzó a
succionarle la verga, queriendo que termine pronto.
-Ohh sii Sofía, que bien la chupas. Ya no estás tan
altanera.
Decía humillándola mientras sujetaba su cabeza, a su voluntad,
haciendo que suba y baje. Seguro que
ella no se la chupaba ni a su esposo y ahora estaba ahí mamándosela a un
desconocido. Eso le calentaba de
sobremanera a Sebastián que disfrutaba.
Todos observaban el espectáculo, tenían la verga dura y se
pajeaban viendo como se la chupaba tu mama, que ahora era la hembra de Sebastián.
Tendrían que esperar su turno. No perdían detalle de su hermoso culo. Luego de un tiempo, ella sola ya la chupaba a
su ritmo, usaba la mano, subía y bajaba mientras la chupaba. Resaltaba el
anillo de casada que tenía en la mano.
Hizo que tu mama se detenga y forzándola que se dé vuelta
para luego hacerla sentar en su polla.
-Noo detente, no termino de decir la frase que ya tenía la
verga adentro.
-Muchachos, disfruten la vista. Para que no pierdan ningún
detalle.
Todos podían ver como penetraba a tu mama, como la verga
entraba y salía de su concha, o mejor dicho como la concha se comía la verga
mientras ella hundía. Sus tetas bamboleaban al ritmo de la embestida.
-Ahhh, ahhh gemia tu madre.
Por tu ingenuidad ahora tu madre estaba pagando un alto precio. Con su
concha lo estaba pagando.
Abrió los ojos y vio horrorizada como estos hombres, algunos
con edad para ser sus hijos se pajeaban viendo como se la cogían. Ella no podía
estar más humillada.
-AHHH, por favor para.
Suplicaba, pero solo hacía que él le dé con más ganas.
Sebastián disfrutaba cogerse a tu madre, su concha era
apretada, algo difícil en una mujer de su edad.
La puso en cuatro patas y se la cogió con furia como una perra.
-Ohhhh uhhhh gemia tu mama, él le agarraba el pelo mientras
le daba. La usaba a su voluntad, como una muñeca inflable.
Kevin fue el más
atrevido, se acercó y le puso la pija en la boca de prepo haciendo que la
chupe. Para su edad tenía un buen
tamaño, le calentaba bastante la diferencia de edad. Era la primer madura que
se cogía.
-Vamos puta, chúpala. Si así! Le decía sin respeto alguno a
tu madre. Más bien él la penetraba por
la boca.
-Así putita así! Decía el mocoso que disfrutaba de tu madre
mientras Sebastián la penetraba sin piedad. Plaf plaf plaf, se escuchaba, el
ruido de los cuerpos chocando.
-Ahhhh Sofiaaa, Exclamo Kevin echándole toda la leche en la
boca a tu madre. Ahhh.
Parecía que se ahogaba, Kevin saco la verga de la boca y
ella pudo respirar dejando caer la leche que caía por los labios y la barbilla
de tu mama.
Todos felicitaban al chico, esperando su turno para poder
gozar con tu madre. Mientras tanto Sebastián
se la estaba hundiendo hasta los huevos y no tardo mucho más en acabar. Saco la
verga y le acabó en la espalda. Se había vaciado los huevos, los chorros de
semen recorrían la espalda de mama hasta caer al piso.
-No te preocupes Sofi, que aun tenés varios más.
Estaba en el piso, de rodillas, tratando de recuperar el
aliento, las gotas de leche recorrían su cuerpo.
No le dieron tiempo, Johny se acercó y la abrió de piernas.
Fin capítulo 1.
6 comentarios:
me hizo recordar una anectoda de mi madre
que rico, ojalá el Kevin le haga sexo anal en lenceria mmm
Para Cuando el siguiente capítulo?
Excelente aporte!!
PODRIAS SEGUIR ESTA SERIE ME QUEDE CON GANAS DE SEGUIR LEYENDOLA POR FAVOR CONTESTA SI PUEDES SEGUIRLA
Hola, Hola ¿cómo están? Los quiero invitar a conocer los Table dance de chetumal espero que si viene aquí se diviertan, saludos
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