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miércoles, 29 de abril de 2020

Relato- Tu madre y tu equipo de futbol


He aquí un relato que había sugerido un lector una vez y hace tiempo tenía ganas de hacer. Espero que lo disfruten y lo llegue a ver aquel que dio la idea. Lo completo con algunas imagenes para hacer estimular la imaginación.


Tu madre y tu equipo de fútbol 

Capitulo 1


Era un domingo por la mañana cuando tu equipo estaba por jugar la semifinal del torneo de fútbol 5. Realmente habían dejado todo para llegar a esa instancia. Bien podría aplicar la frase “sangre sudor y lágrimas”.
Y tú, un jugador sin ninguna habilidad destacable estabas teniendo tu pequeño momento de gloria.
Tal vez no te sobraba talento pero si ponías actitud y te esforzabas en ayudar al equipo. Después de todo te tocaba ser defensa.
No era precisamente lo que tú querías pero era el puesto donde te pudiste adaptar. Un puesto ingrato la mayoría del tiempo si los hay. No harías el gol de la victoria pero tal vez podías evitar que otro lo haga.
Pero hablemos un poco del resto del equipo.
En la delantera estaba David, un tipo alto y flaco que hacía muchos goles. El as de espadas del equipo. Jugando un poco más atrás y cumpliendo también funciones de recuperación se encontraba Ivan, un chaval que parecía tener un motor de auto en vez de pulmones.
Y tu compañero de saga pero que jugaba más en el mediocampo además de defender, Jose. Era el nexo entre el ataque y la defensa, la salida limpia, la visión y el corazón del equipo. Por algo era el capitán.
Por último se encontraba Tony, el arquero. Un tipo grande como un oso que tapaba todos los balones que llegaban a la portería.
También debemos nombrar al entrenador. Ernesto, un tipo bonachón pero no el más idóneo para el rol.

El partido aún no había empezado. Todos sus amigos y conocidos estaban en las gradas. Las novias de los muchachos estaban alentándolos. También se encontraba allí tu madre. Tu única invitada, tan incondicional como siempre. Estaba sentada alrededor de varios amigos de David. A la izquierda de ella habían varios y en la fila superior detrás de ella otros 4.

Tu mama no pasaba desapercibida. Su encanto de mujer madura llamaba la atención. Además, las demás chicas eran las parejas de tus compañeros. Tu madre vestía una camiseta y unos jeans ceñidos al cuerpo. Ejercía una especie de imán sobre los presentes que cada tanto le echaban el ojo.

Al darse cuenta de que la estaban mirando paso su mano sobre sus morenos cabellos haciéndolos a un costado. Y es que tu madre estaba buena. Tal vez tenía unos kilos de más. Pero créeme que se distribuían bien en su cuerpo. Yendo a donde deben ir.  

“Uff mira esa mami madura. Que morbo” Dijo el delantero del equipo contrario a un compañero antes de comenzar.
Tú escuchaste todo y no pudiste molestarte más.

“Maldito, a ver si sigue diciendo esas estupideces cuando comience el juego” Dijiste para ti mismo.

Lamentablemente fuiste tú el que no pudo sostener las palabras. Nunca pudiste parar a aquel habilidoso jugador. Más de una vez quedaste en ridículo.

Tony salvó al equipo evitando que pudiesen anotar. Y fue el primero en reprocharte.

No parecía ser tu día. Estabas incómodo y desconcentrado. Mirabas a las gradas y veías a los amigos de David hablando con tu mama.

“Presta atención!” Te recriminó David. Rápidamente fuiste a marcar a un contrario que se acercaba a la portería. Jose tomó el balón para hacerse cargo del equipo.

Mientras tanto, uno de los chicos que estaba en la grada posterior a tu madre miró impunemente su culo y pudo ver como se le veían las bragas. Golpeó con el codo a su amigo para que mirase también y ambos reían como adolescentes tontos.

“Vamos, focalizado en el partido” Te decía el Director técnico. Que daba indicaciones genéricas que no aportaban mucho.

Jose le dio un pase largo a David que definió de media vuelta marcando el primer gol del partido.

“Gooooool” gritó la tribuna levantándose de sus asientos. Tu mama aplaudía como una chica ingenua.

“Como me gustaría aplaudir esas nalgas” Dijo el que le estaba mirando el trasero.

Respiraste aliviado. Quizá ahora podrías sacarte un poco de presión de encima. Y así fue, estabas mas liberado. Poco a poco ganabas confianza y te animabas a mas.

“ Vuelve”  Te indicó Jose.

“ No vayas tanto al ataque” Continuó diciendo.

Desafortunadamente el capitán tenía razón. Quisiste lucirte con movimientos propios de un crack de futbol pero aquel delantero rival te quitó el balón e inició el contragolpe. Eludió a Ivan fácilmente y corrió con una velocidad de un puma hacia la portería. Jose fue a su cruce pero no pudo detenerlo. Tony intentó achicarle el ángulo todo lo que pudo pero fue inútil. La colocó en la esquina inferior izquierda. Nada pudo hacer Tony, no llegó a agarrar ese balón y la tribuna rival festejó con júbilo. El delantero miró hacia donde estaba tu madre y le dedicó el gol lanzándole un beso. Su cara de alegría contrastaba con la tuya mientras tú te acercabas a tu campo y él al suyo. No olvidarías la cara de David. Nunca viste un ser humano tan enojado. En verdad quería matarte.

“Vamos chicos, no se desanimen” Dijo el entrenador.

Pasaron pocos minutos y se fueron al descanso.

Ahora si tu confianza estaba por los suelos. No miraste a David en todo el descanso. El entrenador siguió dando unas indicaciones.

Tu mama se levantó de su asiento para ir a comprar algo para beber pasando por delante de los amigos de David que no hicieron mucho para no rozarla.

“AYY” Exclamo al resbalarse. Sujetándose en las piernas de uno de ellos.

“Cuidado señora”

“¿Está bien señora?”

Claro que no perdieron la oportunidad para sujetarla bien y tocarla un poco.

“Sisi, estoy bien. Gracias chicos”

Al irse bajaron los demás amigos de David a esa grada.

“ Vieron el culo que se carga? Uff.

“Se le veían las bragas desde allá atrás jaja”

Cuando volvió los otros chicos estaban en su costado derecho. Quedando ella en el medio.

No volverías a cometer esa clase de errores. Que el gol lo haga David o Ivan pensaste. Tú no estabas para eso.

Y así empezó el segundo tiempo. Jugabas de una forma muy precavida. Dando pases seguros y evitando arriesgar innecesariamente.
Le dabas el balón a Jose para que se arregle mientras defendías cerca de Tony. La lucha era pareja. Veias como Jose se la pasaba a Ivan procurando que hagan un gol y pudiesen ganar. Y sufrías cada vez que la perdían y se venía el contragolpe rival. Cada vez que veías acercarse hacia la portería a ese delantero tus inseguridades se acrecentaban.

Fuiste a marcarlo y te hizo un túnel. Dejándote en ridículo.

“Que malo es”  Dijo uno de los amigos de David.

“Cámbienlo” Grito otro de ellos.

“Nos hará perder”

“Oigan. No le digan esas cosas a mi hijo” Dijo tu madre mientras Jose recuperaba ese balón con mucho esfuerzo.

“El es tu hijo?”

“Si, así es!. Apóyenlo. Que eso no lo ayuda en nada!”

Parecía darles gracia. No lo sé.

“Vamos hijo!” Grito tu mama saludándote con su mano.
Te avergonzaba aún más.

“Si vamos número 2, tu puedes” Te vitoreó uno de ellos acercándose a tu madre.

“Vamos equipooo!” Ahora todos se habían unido abrazados, claro que con tu madre en el medio apoyando al equipo.
Entre tanto movimiento a uno de los chicos se le cayo un poco de bebida y…Manchó la camiseta de tu madre. En la parte del pecho claro. Por supuesto que no perdieron la oportunidad de apreciar sus pechos.

El equipo no pasaba un buen momento en el partido. Resistía como podía. Con mucho esfuerzo. Pronto el aliento comenzado por aquellos locos fue contagiando al resto. Dándoles un poco más de valor y Jose se hizo dueño del balón otra vez. Eludía a uno, hacia una pared con Ivan y se la devolvía a David. Jugaba y hacia jugar. Pero claro que tú no hacías nada de eso.

Los amigos de David seguían abrazados cantando y uno de ellos bajaba cada vez más la mano hacia la espalda baja de tu madre.

Ivan amagó y luego se la pasó a David que sacó un potente disparo. El portero llegó a rozarla y el balón se estrelló en el poste.

“UHHHHHHHHH” Se escuchó desde las gradas.

Para ese momento la mano del joven ya estaba cada vez más abajo. Lo cual no le gustó nada a tu señora madre.



Otra vez se vino el contragolpe y Tony tapo otra clara chance de gol. Incluso tú se la sacaste a un rival que llegaba solo al área.

Miraste sin entender bien que estabas mirando. Tu madre parecía enojada recriminándole algo al amigo de David.

“Vamos la mamiii” Decían mientras la sujetaban más. Invadiendo su integridad física.

Tú tenías el balón.

“Pásamelo” Dijo José.

Y eso hiciste. Un débil pase que quedó a mitad de camino. Intentaste arreglar el error corriendo a toda velocidad pero el delantero rival llegó antes. El si era un crack, el sí era habilidoso y con un gran movimiento te dejó por el camino haciendo que te caigas. Quedando en ridículo. No había palabras para describir como habías quedado a la vista de todos en ese momento. El delantero corría a toda velocidad dominando con gran maestría el balón. Todos los corrieron pero estaban más lejos. No llegaron a alcanzarlo y esta vez no la colocó en una esquina. Sacó un disparo infernal que casi le vuela las manos a Tony haciendo que el balón golpee con gran violencia la red.

José estaba de rodillas, vencido. David sin poder creer lo ocurrido. Ivan le hablaba a Tony pero tu no escuchabas nada. Estabas perdido en tus propios pensamientos. Y tirado en el suelo claro.

Volvieron a sacar del medio. Pero fue inútil. Ya no existían recursos futbolísticos para dar vuelta la contienda. No había espíritu ni ánimo tampoco y estaban muy cansados de tanto desgaste.

Claro que no terminaría allí. Sufrirían otro golpe más quedando 1-3. Les habían dado vuelta el resultado. Estaban perdiendo de la forma más dolorosa. No pasó mucho más tiempo para que te fueras expulsado por darle una patada a un rival. Estabas lleno de impotencia. Irónicamente el equipo jugó mejor con 3 jugadores de campo que contigo. Pero nada pudieron hacer.
Había sonado el pitazo. Tú estabas destrozado. Eras claro responsable de que el equipo no haya llegado a la final. Después de pasar por tanto sacrificio para nada.

Tu madre fue a tu encuentro bajando de las gradas.
“Esperare en el auto” Dijiste muy enojado. No
Querías ver a tus compañeros y por eso no fuiste al vestuario.

“Que pena que una mami así tenga un hijo tan idiota” Dijo el amigo de David.

Dentro del vestuario el ánimo era el peor. Era evidente el enojo de David y la desazón de Jose. El director técnico intentaba dar palabras de aliento en vano. Luego movió la cabeza para los costados y salió de allí encontrando a tu madre en la puerta.

“Señora Teresa, que hace aquí”?

“ yo…Tengo que hablar con ellos”

“Y el chico donde se encuentra?”

“Esta en el vehículo. Se ira conmigo. El podrá esperar”

“Bueno. Yo…” Dijo Ernesto y como siempre no importaba mucho lo que tenía para decir.

Tu madre iba a entrar a ese vestuario. Necesitaba hablar con tus compañeros sobre lo ocurrido Y ella sabía muy bien lo que tenía que hacer…



4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Achinga apoco aquí acaba?

Anónimo dijo...

Síguele,haz tu versión.

Anónimo dijo...

Esta bien que la madre baje a poner orden y a darle lo que se merecen a esos granujas.

Anónimo dijo...

Quien es la de la última foto? Tiene el estilo de mi madre