La
crisis de los refugiados es tan alta que los gobiernos piden a las
familias blancas que les den refugio y comida en sus casas.
Tanto
mi madre como mi hermana no se lo pensaron dos veces con la excusa de
que les daban pena porque venían de muy lejos y no tenían donde vivir,
también en casa se necesitaba una figura paterna para sustituir a la de
mi padre que murió hace unos años.
Decidieron
darle refugio a un joven nigeriano. Desde que llego a casa, lo trataron
como a un dios. Yo solo podía resignarme y darme la vuelta para no
mirar.
Las amigas de mi madre y de mi hermana, contaron que también tenían refugiados en casa.
Las hembras blancas además de abrir las puertas de sus casas y darles comida a los refugiados, también abrieron sus piernas.
2 comentarios:
Esto me recuerda mi hermana esta buscando dando dar refugio, por si hay algún interesado, no sea que le toque un abusivo desconocido.
Pues yo tengo a mi pequeño gran amigo negro conmigo busca refugio en cualquier aguero, estoy seguro que cuando se lo presente no lo va a soltar pero ni para respirar.
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