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jueves, 6 de septiembre de 2018

EL HIJO QUE MIRA

Desde que mi madre conduce no hay ni un solo día que no traiga el coche con algún bollo. Con razón dicen que las mujeres no saben conducir y mi madre no es la excepción.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo extraño era que las magulladuras del coche estuvieran en el capó y en la parte superior del coche en lugar de los laterales que es donde se impacta y se roza. Todavía está mi padre preguntándoselo y no la convencen las explicaciones que le da mi madre.