Mi madre siempre se opuso a que yo tenga una moto. El día que le compré la moto a mi vecino Jorge se puso como loca y fue a increparlo.
Pero Jorge tiene una gran capacidad de persuasión. No se que sucedió que ella volvió calmada y ya no mencionó mas el tema. Claro que le agradecí a Jorge y le invité unas cervezas. Mi madre tiene su carácter y ya no tendría que aguantar su opinión sobre mi moto.
Parece ser que mi madre ya perdió completamente el miedo a las motos. Hasta se animó a dar una vuelta con Jorge.
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