Habias decidido sumarte al reto del no fap. Querias cambiar tu vida y lo estabas haciendo increíblemente bien. Llevabas 30 días sin jalarte el ganso. Aquellos fetiches tan raros que tenías iban desapareciendo día a día.
¿Fantasear con tu propia madre siendo follada? ¿Que delirio es ese?
Ahora eras una persona diferente. Mas sana y con una mente mas clara.
Hasta que una noche llegaste a tu hogar. Aquella casa en la que vivías con tu madre y escuchaste unos gritos provenientes de su habitación. Sentiste temor de que alguien le estuviese haciendo daño entonces te acercaste y...
Todo se vino a bajo en un segundo. Fuiste a tu habitación shockeado y volviste a los viejos hábitos.
Lo peor es que no la disfrutaste ya que te corriste a los pocos minutos.
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