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martes, 22 de octubre de 2019

Tu novia la masajista


Tu novia empezó un nuevo emprendimiento para llevar unos billetes a la casa. Hace un tiempo hizo un curso de masajista y se le daba bien hacerlos. Así que empezó a ofrecer masajes por una módica suma. La mayoría de sus clientes eran señoras grandes y amigas, hasta que un conocido de ella le consultó por el servicio.
Ella no estaba segura de darle un masaje. Se le hacía un poco incomodo. No lo rechazaba solo demoraba en responder y no confirmaba. Mas de una vez le canceló la cita sobre la hora por "problemas personales" pero el le contestaba que no había problema, que sería en otra oportunidad. No tenía el valor para decirle que no. Intentó dejar el mensaje sin ver pero luego no se sintió bien consigo mismo por hacer eso. Le terminó agendando un turno.
Por el momento daba los masajes en el consultorio de una amiga, que tenía un spa. Le dio el último turno del día, ya que él le suplicó que lo reciba lo mas tarde posible ya por su trabajo no llegaba.
Ella aceptó y lo esperó.

¿Recuerdas el mensaje que te mandó esa vez que llegó tarde a casa?

 Fue por eso. No te dijo nada para que no te pongas celoso. Todo estaba creciendo como una bola de nieve.  Para colmo su amiga se tuvo que ir momentáneamente dejándola sola con el cliente.

Tu novia estaba un tanto nerviosa. Impostaba una sonrisa que no tenía razón de ser. Mas incomoda se puso al ver el torso desnudo de su cliente. El tipo era de ir al gym y cuidaba mucho su cuerpo. Nada que ver contigo.

"Bueno recuéstate" Le dijo tu novia a su cliente. Que se disponía a recibir un masaje de lujo.
Ella intentaba no generar mucho contacto visual. Se dio vuelta para buscar una crema y el no perdió detalle de sus nalgas. Ella puso algo de música para que todo sea mas ameno y le charlaba de tonterías distrayendo el curso de la conversación.
El cliente estaba tapado tan solo con una toalla. Sin quererlo ella miró de reojo lo que asomaba entre su parte baja. Recordó los chismes que decían sus amigas sobre aquel hombre. Que dicho sea de paso siempre le tuvo ganas a tu novia y nunca entendió porque te elijió a ti y no a el. 
Ella le masajeaba los hombros. Los brazos y él podía ver como las tetas de tu novia se movían al son de los movimientos que hacía.
Tu novia tenía buena mano. Fue cuestión de tiempo para que su cuerpo reaccione al tacto y ahora ella sabía porque a su conocido esas chicas le apodaban "el anaconda".


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