testimonio de lector

El comentario de un lector del blog donde cuenta su experiencia. Me pareció interesando lo que compartió por lo cual lo edito un poco y lo publico. Luego publico la segunda parte así no se les hace largo de leer.

"Lo mismo sucedió con mi primo que solia pasar las vacaciones escolares en mi casa al llevarnos muy bien, él es hijo de la hermana de mi mamá y un año abrazo menor que yo. 
Según cuenta mi madre una tarde en que papá y yo veíamos la t.v. en la sala ella se encontraba arriba limpiando cuando tuvo necesidad de orinar, se dirigió al baño de la planta y entró a toda prisa porque se estaba meando y que se encuentra a mi primo pajeandose con uno de sus calzones de la cesta enredado en su polla, ambos se sorprendieron inicialmente.
Mamá dice que lo urgió a quitarse de la tasa para poder mear, él lo hizo y se quedó viéndola sin salirse del water, el cabrón se siguió pajeando delante de ella repuesto de la sorpresa y excitado porque estaba viéndole la panocha y las nalgas a su tía, como era su sobrino favorito el puberto de 13 años consiguió que mi madre le diera a oler los calzones que estaba usando en ese momento y terminó pajeandole hasta que se corrió en sus tetas.

Quedaron en guardar el secreto, sin embargo no contaban con que yo me di cuenta que algo pasaba entre ellos hasta que los caché un dia en una fiesta familiar como mi primo disimuladamente le sobaba las nalgas a mamá y ésta le apretaba el bulto de la entrepierna cuando los demas miembros de la familia no estaban cerca y creían que yo era un ingenuo que no prestaba atención a lo que hacían.
Los confronte directo exigiendo la verdad, mamá en un principio lo negó pero sabiendo que iría yo con el chisme terminó por aceptarlo pidiendo que no contara nada, les dije que tenía dos condiciones, que me dejara estar presente cuando se dieran un faje o cogieran y que ella consiguiera que me pudiera culear a su mejor amiga que tanto deseaba a mis 14 años.
A la semana me folle a la zorra en cuestión en mi propia cama de mi habitación y a partir de entonces me la cogía siempre que podía, además de ver como mamá jodia con mi primo en mi casa cuando papá trabajaba los fines de semana y él venia de visita con el pretexto de jugar video juegos cuando en realidad jugaba a hincarle la reata en la panocha y chocar su pelvis en las nalgas de su tía en su cama matrimonial mientras yo observaba el espectáculo en primera fila jalandome el ganso como poseso, pasé a ser su tapadera y cómplice para que mamá disfrutara de una polla joven y vigorosa sin el temor a ser descubierta y señalada de una cualquiera, esa complicidad nos unió mucho en nuestra relación de madre e hijo y unió sus agujeros de ramera al cipote de mi primo quien pasó de sobrino consentido a ser el dueño de las nalgas de mi madre y corneador de mi padre."

"Hola, soy quien narró su experiencia con mi madre y mi primo, de eso ya tiene 9 años, esto sigue vigente hasta la fecha. 
El fetiche de ver a mi madre cogiendo con otro cabrón me viene desde la primaria, hubo una serie de factores que desencadenaron mi gusto por esto.
Para empezar desde los ocho años supe lo que era ver una pareja cogiendo y no es porque viera a mis padres hacerlo o a otras personas, mi padre es adicto a la pornografía y los fines de semana se quedaba en la sala de nuestro departamento en esos años viendo filmes porno en la tv.
Yo me levantaba en la madrugada a mear al baño y al salir del cuarto rumbo al baño tenía una vista completa de la sala y por consiguiente de la tv. 

Mi padre que para esas instancias ya había bebido sus cervezas el sueño le había vencido y mientras roncaba como oso pardo invernando había dejado puesto el video en el DVD y cuando salía a orinar lo primero que veía era a una guera gringa siendo follada de perrito por la vergota de algun negrata.
Parece que a mi progenitor le encantaba ver sexo interracial porque seguido ocurría que se quedara dormido en el sillon individual mientras veía porno donde mujeres blancas cogían con negros vergudos-
Como papá tenía el sueño pesado muchas veces me quedaba unos cinco minutos aprox. a ver las escenas donde veía a esa tierna edad a las actrices porno coger y mamar pollas enormes por lo que mi sexualidad despertó mucho antes de lo esperado.

En ese tiempo en la escuela varios compañeros de salón me jodían con comentarios sucios y grotescos sobre mi mamá y lo rica que estaba entre otras lindeces, eso aunado a las imagenes porno que tenía grabadas en mi mente condujeron a que inevitablemente pronto pasara a imaginarme a mi mami desnuda siendo follada por aquellas vergas de ébano de los filmes porno.
Mi perspectiva hacia la autora de mis dias cambió radicalmente de ser mi amorosa madre a verla como una mujer sexualmente cogible, era como si me hubieran quitado el vendaje de la inocencia de mis ojos y ahora era capaz de ver a la hembra maciza llena de excitantes curvas y rostro angelical que tenía en casa frente a mí.
No es por nada pero mi madre era en esos años una mujer joven de 30 años muy atractiva y apetecible para cualquier macho que se enorgullezca de serlo y que sin pensarlo dos veces le hincaría la verga y bombearla hasta llenarle el coño de su leche caliente."


"Para entonces los comentarios de mis compañeros de aula ya no me sonaban para nada molestos, al contrario, alimentaban mi contaminada mente con lascivos pensamientos obscenos hacia mi mami, de tal forma que pronto mi malsana imaginación me regalaba por las noches los sueños más bizarros grotescos y a la vez excitantes morbosos y enfermizos. 

Los negros que follaban a mi madre como en los filmes fueron reemplazados por mis compañeros de salón con quienes mamá se revolcaba apasionadamente en una furiosa y degenerada orgía sexual por demás desenfrenada, casi podía jurar que escuchaba los besos de lengua, las sobadas que mis colegas propinaban al suculento cuerpo de mi madre.
Las chupadas a sus apetitosas nalgas los lametones a esas enormes tetazas, el chapoteo de los dedos de esos mocosos imberbes en la encharcada panocha que les mojaba sus pequeñas manos que pugnaban por darle placer a mi suculenta madre quién se retorcía de placer pasando la lengua por sus labios retorciéndose los pezones con la punta de sus dedos mientras continuaba siendo sobada y dedeada por esos críos salidos.

Pronto mi suplicio por verla culear con ellos fue aliviado cuando mi compañero de escritorio la obligaba a voltearse boca abajo en tanto otro de mis congéneres de la fila de al lado en el salón le abría las enormes nalgas blancas para que el otro cabrón pudiera zambutirle su pequeña salchicha coctelera en la húmeda vagina materna.

Como era de esperarse en un sueño a pesar de lo ridículamente pequeña que era la pichula de mi colega ésta hacía gemir como una yegua en celo a mi madre quien comenzaba a mover sus caderas al mismo tiempo que el niñato que la tenía ensartada se movía también para acompañar el cadencioso trajinar del coito.
Contemplaba como la pelvis y el bajo vientre de mi compañerito chocaba ruidosamente con las blancas y sudorosas nalgotas de mi puta madre quién con tan solo elevar un poco las caderas en busca de la estocada del chiquillo lo levantaba haciendo ver la escena un tanto cómica como cuando en un ruedo de alguna feria de pueblo un niño trata de dominar a un pony que quiere a todas bruces quitárselo de encima.

Pero en mi sueño se trataba de la yegua maciza de mamá moviendo furiosamente sus caderas para licuarle los huevitos al niñato de mi compañero el cual se afianzaba como un pinche koala a su árbol a las gelatinosas nalgas blancas y los muslos bien torneados de mi madre con su pegajosa pichula escondida dentro de la brillante vagina de mamá. Al final el remedo de semental vaciaba las pelotitas en las entrañas de aquella mujer adulta y como un muñeco de trapo se desvanecía en la cama con una cara de pinche niño satisfecho después de semejante faena sexual, y así, tenía sueños de ese tipo constantemente, recordemos que solo se trataba de un sueño, para que no empiecen a tacharme de pedófilo y esas mamadas que ni al caso, continuaré mis vivencias sobre el tema en breve."


"Hola, de nuevo soy yo, lo que narré hace poco fue con el objetivo de que comprendan como es que se fue gestando en mi corazón el deseo de ver a mi madre follar con un buen semental y porqué no armé ningún pancho a mi primo cuando descubrí que se había hecho realidad lo que tanto había soñado, además de que saqué provecho del asunto.

Como dije, mi padre es un apasionado de la pornografía, por lo que en mi hogar siendo un niñato era común encontrarme en cada rincón del departamento una revista porno escondida ya sea en el librero, debajo del sillón donde papá se sentaba a leer y a ver la tv, o en el cuarto de herramientas al que me mandaba a guardar algun artilugio, pero no eran simples revistas porno de desnudos como una playboy, eran revistas de sexo explícito a todo color como hustler para un ejemplo rápido, obvio, mi despertar sexual a tal edad trajo sus consecuencias como que me volviera más pícaro, toqueteaba disimuladamente a mis tías primas amigas de mamá y hasta alguna vecina, claro, las que estaban apetecibles, no iba a meterle mano a cualquier chingadera, trataba de espiar a mamá desnuda o también la toqueteaba cuando "jugaba" inocentemente con ella, claro que esto no pasó desapercibido por ella y por las otras putas a las que les metía mano, me llevaron con una psicóloga para ver que demonios me pasaba, le eché la culpa a las revistas porno de mi padre asi como los breves atisbos de los fimes porno en la madrugada sin darle a conocer mi fetiche a la tipa que trataba de leer mi mente, solo le dije lo necesario para salir del embrollo, no les digo como le fue a mi papá cuando dió su reporte la pinche psicóloga. A pesar de que en el proceso se terminaba el acceso a ese material porno gracias a mis colegas de la escuela pronto aprendí a manejar el internet y asi poder buscar porno incluso más pesado del que ya estaba acostumbrado a ver."