Mi madre me regaló unos auriculares nuevos para que juegue tranquilo y escuche música. Le agradecí mucho por el regalo. Era justo lo que necesitaba.
Lo curioso es que me decía que los use sobretodo a la noche. No le presté atención, yo feliz de la vida por poder jugar.
Este sábado estaba jugando y empecé a escuchar unos ruidos. Un ruido de madera chocando contra la pared de mi habitación pero eso no fue lo único.
"Jajaj alguien la esta pasando bien ahí eh?"
Cuando caí en la realidad y me di cuenta de lo que estaba pasando me sentí muy avergonzado.
Mis compañeros de partida seguían regocijándose con los gemidos de mi madre proveniente de la habitación de al lado. Decían comentarios maliciosos y me hacían burla. Ni los auriculares impedían que se escuchase el sonido de la follada. No aguanté y abandoné la partida para no pasar mas humillación.
Me saqué los cascos y escuché como el amante le daba caña a mi madre. Se me retorcía el corazón pero a la vez me ponía cachondo.
"PLAF PLAF PLAF"
Se escuchaba fuerte y claro como la penetraba salvajemente. Me tire en la cama y por instinto lleve mi mano a mi miembro para darle placer tambien. Lo que estaba haciendo era lo mas cuck posible no podía evitarlo.
2 comentarios:
¿Quien fue el afortunado que se la trajinó?
Ese tipo de situaciones de imaginarias me ponen a mil, siempre suelo estar jugando y más por la noche, sería una experiencia única y totalmente exitante si llegase a suceder eso en mi caso.
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