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domingo, 29 de noviembre de 2020

La película de mi madre

 

Fantaseando un poco, en todo sentido de la palabra, si se hiciese una película porno de mi madre me gustaría que fuese de esta manera:


Que empiece con una escena de mi madre versión jovencita.  Una voz femenina va narrando y poniéndonos a tono, contando la introducción para la escena. 

Dolly Little sería ideal porque transmite ternura e ingenuidad.

Me imagino a un hombre mayor que ella iniciándola en el sexo, haciendo que tenga su primera vez. Ella toda tímida empieza a disfrutar de a poco de la follada hasta que termina pidiendo mas. 

La escena termina con un abundante creampie que rebalsa su coño.




Luego empieza el grueso de la pelicula. Mi madre en sus 30s.  Una milf en todo su esplendor. Me imagino a Britney Amber en ese papel, aunque en lo personal preferiría a una actriz ya retirada que es Vanessa Lane.  Ambas tiene un parentesco a mi madre en aquellos años. 

Podrían ser dos escenas de la madre milf. 

La escena nos pone en contexto, se da a entender que es una madre de familia. Un hombre interpreta a mi padre y le dice que vendrá su hijastro a quedarse unos días. Ella no esta muy cómoda con la idea. Solo se ven ellos dos en pantalla (mi madre y su hijastro). 

El tipo la espia cuando la puerta de su habitación esta entreabierta, observa como mi madre se pasa crema por las piernas y se morbosea mirándola. 

Luego ideara un plan para follarsela a la hora de la siesta mientras sus hijos duermen.  Por supuesto logrará su cometido teniendo sexo con ella en la cocina. 


Ya roto el hielo y empoderada mi madre tendrá sexo con un trabajador mientras se encuentra sola en casa. Lo seducirá usando un conjunto sexy para luego insinuarse y decir que los chicos están en la escuela.


Acto seguido le hace una mamada en la sala y van a la habitación a follar.  Le da en todas las posiciones y se corre en su cara. 

La escena termina con un tono cómico, con el trabajador sentado viendo la tv y mi madre en tetas trayéndole algo para comer. Mi padre llama a mi madre preguntándole como va el trabajo y ella dice que aquel hombre esta trabajando muy bien y la está dejando muy satisfecha.

Para finalizar la pelicula aparece mi madre en version madura. Esto sería interesante porque no se ve tan a menudo. El relato adquiere un tono un poco mas triste si se quiere denominar de esa forma. 

Como broche de oro me gustaría que la protagonice la mismísima Nina Hartley. 

Pasaron varios años y mi madre se ha separado. Ahora es una señora y sus hijos ya grandes han abandonado el nido. Ella debe afrontar la soledad y no son días fáciles para ella. 

Un día recibe la visita de un antiguo amigo mio que toca el timbre preguntando si seguía viviendo allí. Ella con gran alegría lo invita a pasar ya que hace mucho que no tenia una visita.  Ambos tienen una charla muy amena en el sillón. Una cosa lleva a la otra como se imaginaran y mi madre disfruta una vez mas de un buen rabo.


Se encuentra muy alegre, como hace mucho tiempo no estaba. Muy contenta disfruta del sexo una vez mas, de sentir una polla dentro de su ser.  Hay que agregarle morbo con el dialogo, el le confiesa que siempre le calentó desde cuando era adolescente y venía a mi casa a jugar a la consola. Ella le sigue la corriente haciendo que ambos se calienten. 


Mientras mi amigo de la adolescencia se corre en sus tetas mi madre mira a cámara y se escucha la voz en off, que narra una reflexión sobre su vida y el sexo. Dándole cierre a la historia de mi madre.




Espero que te haya gustado el post. Puedes poner en los comentarios que te pareció y como harías la de tu madre.

Saludos y hasta la próxima!






El rio

 

Siempre recuerdo que cuando era pequeño viajaba con mi madre de vacaciones a las afueras de la ciudad, para disfrutar un poco de la naturaleza.

Conocía un matrimonio amigo que tenía una casa en una localidad cerca de una reserva natural y se podía circular en tranquilidad. Hicimos la excursión con ellos dos.

Siempre me decía que no me acerque al rió. Que era peligroso. La última vez que fuimos dijo que tenía ganas de hacer pipi y se alejaría, para no perderse el esposo de su amiga la acompañaría unos metros para guiarla. Yo me quedé con su esposa y al rato los perdí de vista. 

Paso un tiempo y me extraño que no aparecían. Como la señora no tenía ganas de adentrarse entre la vegetación me dijo que vaya a buscarlos.

Mi madre siempre me decía que no me acerque al rio...Que era peligroso y me podía caer. 

Lo que vi fue mucho peor.






Testigo

 

Un intruso ingreso a la fuerza en tu hogar. Solo estaban tu madre y tú. No había dinero ni nada de valor pero el no iría con las manos vacias...

Tu mama rogó buscando un poco de compasión en aquel sujeto pero fue en vano. Iba a tomarla como trofeo y no permitiría que tu te vayas de la habitación ya que podrías llamar a la policía. 

Por lo cual tuviste que observar horrorizado como tu madre montaba la verga del intruso. Tu madre, muy a su pesar estaba disfrutando follar. De solo ver a tu madre desnuda por primera vez, sus tetas que se bamboleaban, su coño depilado y como la polla entraba y salia de ahi te excitaba. Estabas empalmado viendo la escena y lo que mas querías en ese momento era hacer una buena paja. 



Tu madre la profesora del instituto

 

Tu madre es profesora en un instituto privado. La situación económica pega duro en estas épocas y cada vez mas estudiantes estaban abandonado porque no pueden costear la cuota.

 Desde dirección le indicaron que haga todo lo posible por retenerlos ya que la situación era delicada y de seguir así tampoco podrían continuar pagándole su salario. 

Tu madre le dijo a dirección que no se preocupen, que ella sabía muy bien lo que tenía que hacer. 

Aquel día solo había un estudiante. A tu madre siempre le agradó y estaba dispuesta a hacer lo que sea para que no abandone. 


Era consciente de su potencial, solo necesitaba un estimulo y todo saldría a la perfección.


Estaba probando su gran potencial, solo tenía que enseñarle como usarlo bien. Ese era su deber.


Recibió ese rabo encantada. Su alumno la llenaba de orgullo.

"Muy bien, ahora convence a tus compañeros. Hazlo y te seguiré recompensando" Fueron las palabras de tu mami,


Su alumno mandó un audio a un grupo donde estaban algunos compañeros suyos diciendo que no abandonen las clases. Que aun podían recuperar y que la profesora sería muy comprensible con ellos.

Tu madre le daría como recompensa una brutal cabalgata que lo dejaría seco. 


 Así daba gusto asistir al instituto. De seguro el salón estará lleno...Gracias a tu madre y su dedicación.







jueves, 26 de noviembre de 2020

¿Cual fue la fantasía mas sucia y extrema que tuviste con tu madre?

 

Cuenten cual fue la fantasía mas hardcore en la que se imaginaron a sus madres. 



 


Hentai mom fucked in gangbang squirts hard



Nada mejor que ver a tu propia madre siendo follada mientras tiene los ojos vendados. 

Madre y tias

 

Mis tias solteronas vendra a pasar las fiestas con nosotros. Quiza deba prepararles una sorpresa para que disfruten junto a mama.

 




Aporte de hijo bueno

 Bueno gente le cuento mi hermana salió el viernes en la noche con sus amigas, pero al ver que no regresaba ni contestaba las llamadas a su celular esto preocupó mucho a mi madre y sobretodo a mi padre ya que es su consentida . Grande fue nuestra sorpresa cuando alertados por los vecinos nos dijeron que la habian visto en el paradero de un barrio peligroso junto a 2 tipos un NEGRO ENORME SIN UNA MANO y un viejo flaco.


  Así que mi padre no perdió tiempo y con mi bicicleta en mano salió en su búsqueda, la AMARGA sorpresa que se llevó al encontrarla efectivamente estaba con esos tipos en el paradero de buses.

hasta ahora no olvido las risas y burlas hacia mi pobre padre ya que después de lo sucedido hubiera preferido que JAMÁS LA HUBIÉRAMOS ENCONTRADO .......















miércoles, 18 de noviembre de 2020

Aporte de Hijo Bueno

 

Tu madre llevaba casada con el patético blanquito cobarde de tu padre por 15 años y solo te tuvieron a ti encima, tu padre fue incapaz de darle mas hijos..... 



AsÍ que ella no aguanto mas se separo y se fue con Jamal el jardinero negro del vecindario..... 

No supiste nada de ella por casi 3 años, hasta que te envío un mensaje a tu movíl pidiendote a ti si la podias visitar que te extrañaba y que aun eras su hijo, tu todo ingenuo fuiste a buscarla y encontrarte con ella a tener ese encuentro de MADRE e Hijo ....pensando que ella estaria triste, sola y abandonada .... pero la cara se te cae de la pena al verla feliz rodeada de 3 hermosos niños junto a su macho NEGRO......que si pudo hacerla sentir mujer y llenarla de hijos .........  








El culo de una mami

 

Un lector nos quiere compartir unas fotos de su madre. 


"Mi madre siempre llega cansada de tanto trabajar durante el día y aproveche que esta durmiendo para fotografiar su rico culo. ¿Ustedes que le harían si estuviera así en su cama?

Tal vez tenga que invitar a mis amigos cuando ella este durmiendo..."







Creo que hablo por todos cuando digo que invites a tus amigos.


viernes, 6 de noviembre de 2020

Mi madre y la fiesta del vecino


Vivíamos en una unidad habitacional, de esas que se encuentran a dos horas de la ciudad y donde abundan los vecinos molestos.  Recuerdo que esa noche nos habíamos desvelado. Los nuevos vecinos acababan de mudarse  y todas las noches tocaban su bocina hasta que las paredes retumbaban. No había descanso. En cuanto comenzaba a oscurecer, su casa se llenaba de gente y empezaba la fiesta. Nadie les decía nada. En realidad, todos teníamos miedo. Los inquilinos tenían una pinta de malvivientes, de esos con los que era mejor no meterse. El ruido terminaba hasta la mañana siguiente, luego el ciclo se repetía.

En ese entonces, mi padre se ausentaba por cuestiones de trabajo y solo regresaba los fines de semana. Así que en la casa solo vivíamos mi madre y yo.  Ella trabajaba medio tiempo y al día siguiente tenía que levantarse temprano.

-Me lleva la chingada, malditos nacos, no ven que hay que gente que sí trabaja-dijo mientras merodeaba por la casa hecha una fiera, jamás la había visto tan enojada, supuse que después de tantas desveladas, en algún momento tendría que llegar a su límite. Yo solo tenía doce años, así que no había mucho que pudiera decir al respecto.

Mientras se dirigía a la cocina para prepararse un té, reparé en su pijama, en realidad era un vestido viejo, pero lo usaba para dormir porque era fresco. Sentí un cosquilleo en el estómago. Confieso que me gustaba mucho verla cuando lo llevaba puesto, sabía que estaba mal, pero no podía evitarlo. El vestido le llegaba hasta medio muslo, era de falda amplia, pero el talle tan angosto se ajustaba a sus caderas, resaltando sus curvas. Además, era tan viejo que se trasparentaba y uno podía imaginar lo que llevaba puesto abajo. Lo que más me gustaba era su escote, las tetas de mi madre eran bastante grandes, cuando caminaba le brincaban  muy rico y amenazaban con escaparse, sobre todo cuando le entraban las prisas.  Cualquiera podía perderse en ese canalillo sudoroso.  Además, los tirantes eran tan delgados que resbalaban por sus hombros ante el menor movimiento.

Estábamos a punto de acostarnos cuando la casa cimbró. Los  vidrios se tambalearon y la música de banda nos hizo estremecernos.  Mi madre cerró los ojos, apretando los puños y poniéndose muy roja. -¡Ya estoy harta!- cogió  el primer suéter que encontró a la mano y se dirigió a la puerta con paso decidido.- Ahorita van a ver esos cabrones-murmuró mientras cerraba dando un portazo. Yo iba detrás de ella.

La casa del vecino era un caos, había demasiada gente, la mayoría drogada, el olor de la marihuana por todas partes me asfixiaba. La música sonaba tan alto y las puertas estaban abiertas. A nadie pareció importarle que nos coláramos a la fiesta. El vecino se llamaba Ricardo y tenía unos veinte años. Al verlo entendí porque nadie quería meterse con ese idiota, parecía uno de esos malditos guerreros vikingos, fornido, aunque con panza. La barba lo hacía ver más viejo, pero su rostro seguía siendo desagradable, parecía una especie de gorila, con vellos asomándose bajo su camiseta sin mangas. Al ver a mi madre le sonrió y luego sus ojos la recorrieron entera. Noté que aunque llevaba el suéter, sus piernas llamaban mucho la atención, hacía pensar en sus muslos suaves y lo que había entre ellos. Además, su trasero era tan grande que acortaba el vestido; desde donde estaba podía adivinar los hilos de su diminuta ropa interior. Supuse que por el coraje ni siquiera se detuvo a pensar en esos detalles.

-Buenas noches vecino, un favor ¿podría bajarle un poco a la música? Mañana tengo que madrugar y…

-Perdone señora, no la escucho-le hizo una seña para que se acercara a hablarle al oído.  Mi madre se inclinó y en ese momento el hijo de puta se fijó en su escote, sus ojos brillaron con lujuria y avaricia. Cuando los labios de mi madre se acercaron a su oído, giró la cabeza repentinamente y casi le roba un beso-Ups, perdón, fue sin querer.

-Idiota-dijo mi madre entre dientes, luego volvió a repetir su petición.

-Lo siento señora, pero estoy en mi casa. Si quiere, puede llamar a la policía… pero debo decirle mi papá es el jefe de cuadrilla, así que no creo que le sirva de mucho. Mejor únase a la fiesta, todavía tenemos alcohol de sobra-dio una calada al cigarro y le lanzó el humo a la cara.

Mi madre se disminuyó, noté que le temblaban las piernas. Ahora entendía por qué nadie se atrevía a reclamarle. El hijo de puta tenía contactos. Su actitud arrogante me revolvió el estómago, pensé que mi madre daría media vuelta para marcharse, pero en lugar de eso…

-Por favor-dijo abandonando su tono desafiante, cruzó las manos sobre su pecho, sintiéndose insegura, la mirada de ese tipo la había hecho consciente del vestido y sus transparencias.

-Bueno, mire, vamos a hacer un trato. Le bajo el volumen si acepta bailar conmigo. Solo una ¿Qué dice?

Mi madre guardó silencio. Noté que me miraba de reojo. Luego echó un vistazo a los tipos que se encontraban detrás, amigos de Ricardo.  Supuse que era el momento de marcharnos, pero no fue así. 

-Pero solo será una ¿Verdad?

-Claro, nada más para empezar a conocernos. Mis amigos cuidarán a su hijo mientras nos divertimos-sin darle tiempo para reaccionar, la tomó de la mano y la llevó al centro de la sala-Te la robo un segundo morro, ustedes vigílenlo mientras juego un poco con su mamacita-le dirigió una mirada a sus amigos y ellos rieron.

En la pista vi cómo Ricardo tomaba a mi madre por la cintura, acercándola como si intentara retenerla, apretándola para sentir sus tetas estrujándose contra su pecho. Sus dedos se hundieron en sus caderas, recorriendo su talle de arriba abajo, acariciando su espalda. Ella permanecía dócil.  De vez en cuando, el cabrón se acercaba para decirle algo al oído y se quedaba ahí, olfateando su cabello. Los amigos observaban la escena con una mano en la entrepierna, masturbándose con disimulo, mientras a mí me hervía la sangre. De pronto noté que Ricardo bajaba la mano y palpaba su trasero con descaro, apretando sus nalgas expuestas bajo el vestido. Mi madre dio un respingo y trató de darle una bofetada, pero él fue más rápido y le atrapó la mano en el aire, se la dobló hacia atrás, dejando su frente descubierto.

Le puso un dedo en los labios para acallarla, deslizando la punta lentamente sobre su garganta, desabotonando uno a uno los botones del suéter, luego le peinó los cabellos y aprovechó para deslizar la prenda, haciéndola caer sobre sus hombros. Sus tetas quedaron indefensas, el tipo se las comió con los ojos. Mi madre se revolvió entre sus brazos, pero él era más fuerte, su mole la dominaba con facilidad como si fuera una muñeca.  Antes de que pudiera gritar, Ricardo puso su dedo justo en el canalillo de su vestido, amenazando con tirar hacia abajo. Si lo hacía, ella quedaría desnuda enfrente de todos. En ese momento me abalancé para defenderla, pero uno de sus amigos me sujetó el brazo, luego me enseñó el arma que llevaba en el cinturón.

-Tu deja que nuestro compa atienda sus negocios con la buenota de tu madre, se ve que le hace falta que le metan mano.

Mi madre forcejeaba, mientras Ricardo seguía susurrándole cosas al oído. Tenía los botones abiertos y la superficie de sus tetas asomaba por el escote, apunto de liberarse. Desde donde estaba noté que tenía los pezones erectos bajo del vestido. Al verla así, sentí una oleada de excitación. A pesar de las circunstancias, tenía que reconocer que mi madre era demasiado hermosa, con su piel blanca y sus curvas exuberantes. Su cabello negro le llegaba hasta media espalda. Ricardo la giró de espaldas y la obligó a cruzar los brazos sobre su pecho, inmovilizándola, rodeándola como si fueran una pareja y apoyando su miembro en su culo vulnerable. Le dijo algo al oído y esta vez pude ver como mi madre perdía todas las ganas de pelear. El muy cabrón por fin la había domado.

Cuando terminó la canción volvieron con nosotros. La respiración de mi madre estaba agitada, sus tetas se sacudían al ritmo de cada inhalación, apenas cubiertas por el vestido y el sostén diminuto que usaba para dormir. Su cabello despeinado y su mirada escurridiza la hacían lucir indefensa y esa imagen volvió a hacer estragos con mi erección.

-Bueno niño, tu mamá tiene algo que decirte.

-Amor, necesito que vayas por mi teléfono-dijo con voz entrecortada. Sabía que algo andaba mal, pero no me atrevía a contradecirla enfrente de ellos.

-Pero…

-¡Ve rápido! aquí te espero, lo dejé en la cama-sus ojos se humedecieron y su voz sonaba más débil. Ricardo pasó un brazo sobre sus hombros, como si estuviera reclamándola, como si fuera su territorio. Su mano caía muy cerca del inicio de sus pechos   y eso me enloqueció.

-Hazle caso compa, aquí te la cuidamos.

Salí de la casa corriendo, intuyendo lo que sucedería con mi madre. Me pregunté por qué ella se doblegaba de esa manera, luego recordé las armas, seguro ese idiota la tenía amenazada. Después de todo habíamos caminando directo a la boca del lobo. Se me cerró la garganta y después de coger el celular, volví sobre mis pasos. La puerta estaba cerrada, había música, pero sonaba tan fuerte que nadie me escucharía. Aporreé la puerta con todas mis fuerzas, pero nadie me abrió. Adentro solo había risas y gritos entusiasmados. “¡Fondo, fondo, fondo!” Me asomé a la ventana, pero descubrí que habían bajado la cortina, aún así pude ver algo a través de una rendija. La multitud me estorbaba, pero cuando por fin se movieron, pude ver a Ricardo sentado en uno de los sillones, como un rey en su trono. Tenía a mi mamá sentada en su regazo, el vestido se le subía hasta descubrir ambas piernas, casi al inicio de sus bragas, uno de los tirantes caía sobre su hombro y sus tetas se desparramaban a punto de salirse del vestido. Ricardo tenía una mano posada sobre su trasero, abarcando una de sus nalgas con toda la palma, apretando y manoseando a su antojo, con la otra le empinaba una botella de cerveza, metiéndosela en la boca como si fuera una polla. 

El líquido se desparramaba sobre ella, incapaz de tragar todo lo que volcaban en su garganta. La cerveza había empapado el vestido, metiéndose en su escote, volviéndolo casi transparente. Tenía los pezones rígidos y al verla parecía como si no llevara nada puesto, excepto la tanguita negra cuyos hilos se sujetaban poco más arriba de sus caderas. Mi madre permanecía sumisa, aturdida por todo el alcohol que estaba bebiendo, mientras Ricardo la exhibía como un trofeo, recibiendo los aplausos y vítores de sus amigos. Uno de ellos le pasó otra botella y Ricardo bebió un trago, lo mantuvo en la boca y luego besó a mi madre, obligándola a beber sin importar su renuencia. Mi madre trataba de evadirlo, pero Ricardo la tomó de las mejillas y le metió la lengua. Así permanecieron durante unos minutos, parecía que quería comérsela. Desde donde estaba, vi que mi madre tenía lágrimas en los ojos. Ricardo se las secó como si fuera un padre consolando a una niña y luego mordió su cuello. Acto seguido, pasó la lengua por su garganta, bajando poco a poco por su pecho, saboreando su piel, su sudor, bebiendo el líquido que se metía en el canalillo de sus tetas, tenía una expresión de placer que me dio asco.

Cuando terminó de embriagarla, la levantó en vilo y echó sobre su hombro. Sus nalgas quedaron al descubierto, la tanga se le metía entre los cachetes, hundiéndose deliciosamente en su coño, completamente empapada. Ricardo la miró e hizo una expresión de victoria.  Le dio una nalgada con todo descaro, deleitándose al ver cómo temblaban sus carnes.  Sus amigos hicieron una exclamación de sorpresa y satisfacción.

-Bueno, yo me retiró. Tengo que destapar esta cañería-le dio otra nalgada enfrente de todos, dejando su mano ahí, palpando la suavidad y firmeza de ese culo con el que todo el vecindario había soñado. Se dirigió a las escaleras y subió hasta las habitaciones. En ese momento lo perdí de vista.

Apenas podía creer lo que había pasado, me dirigí a la puerta y traté de embestirla, pero no tenía la fuerza suficiente.  Así que me quedé en la acera frente a la casa, esperando que alguien saliera para colarme. Pasaron varios minutos hasta que me percaté de que podía trepar por las protecciones de la casa para ver lo que sucedía arriba. Me escabullí con cuidado, aferrándome a los barrotes para no caerme.  Por suerte las cortinas estaban abiertas y esos bastardos estaban demasiado distraídos para notar mi presencia. Adentro las luces estaban encendidas. Ricardo estaba sentado en la cama, completamente desnudo. La visión era repugnante, tenía tatuajes por todo el pecho, deformados por la piel fofa y la barriga que le colgaba sobre el vientre. Mi madre se hallaba de rodillas, con la cabeza metida entre sus piernas. Ricardo la tenia sujetaba del cabello, dirigiendo la intensidad de la mamada, mientras sus dos amigos se masturbaban sin perder detalle.

-Eso es perra, enséñame lo que puedes hacer con esa boquita…-dijo entre jadeos, la cabeza de mi mamá subía y bajaba, acelerando y desacelerando el ritmo según el capricho de ese idiota.-Espero que con esto aprendas tu lugar vecina, porque desde ahora en adelante vamos a vernos más seguido.

La escena me dejó pasmado, las piernas me temblaban y estuve a punto de caerme.  Pasaron diez minutos, pero pareció una eternidad. Mi madre seguí chupándosela, sin oponer resistencia. El alcohol la había golpeado bastante, dejándola tan mareada que apenas podía sostenerse en pie. Lo único que podía hacer era convertirse en una putita obediente, dejándose guiar por los deseos de ese maniaco. Antes de correrse, Ricardo retiró la polla de sus labios y la obligó a mirarlo.

-Mmm, pero mira nada más esa carita… ahora ya no te ves tan respingona, ¿verdad preciosa?-tiró de su cabello para obligarla a levantarse, luego la tumbó boca arriba sobre la cama.  Ricardo se abalanzó sobre ella y le plantó un beso, violando su intimidad, explorando con su lengua todos los rincones, mientras deslizaba los tirantes del vestido y se lo arrancaba rompiendo todos los botones de la parte delantera.

–Tsss, así está mejor-dijo mirándola con avidez.  Retiró las copas del sostén muy lentamente, como si estuviera desenvolviendo un regalo. Sus tetas quedaron expuestas, desparramándose un poco a los lados debido a su gran tamaño. Ricardo las amasó con regocijo, palpándolas en toda su plenitud, pellizcando sus pezones hasta dejarlos erectos. Acercó su boca y empezó a chupárselas.

Mi madre protestó, trató de quitárselo de encima, pero él sujetó sus manos y la apresó contra la cama. Metió la lengua en su oído, mientras mi madre lo evadía con el asco reflejado en su cara. Ricardo la ignoró y pasó la lengua por su mejilla, recogiendo su sudor, sonriendo y burlándose. El hijo de puta se quedó un buen rato barnizando sus tetas con su saliva, amasándolas a voluntad, adueñándose poco a poco del cuerpo de mi madre. Su vestido ya solo era un pedazo de tela que apenas cubría nada, el sostén yacía en el suelo junto a la cama y lo único que la cubría era la diminuta tanga que apenas llegaba a hilos.  Después de acariciar sus piernas, se la hizo a un lado, descubriendo su entrada y sin pensarlo dos veces se metió entre sus muslos con una embestida.

Mi madre chilló, pero no pudo hacer nada, estaba completamente a su merced, recibiendo sus embestidas mientras Ricardo la sometía, aprisionándola con su cuerpo, admirando como se zarandeaban sus tetas con una mirada lasciva. El tipo la tenía abierta de piernas, devorándola toda. En ese momento, se inclinó sobre ella para seguirla humillando, haciendo que sus tetas se restregaran mientras le hablaba al oído, volviendo a besarla para demostrarle que era su dueño. No sé cómo sucedió, pero en algún momento durante la faena, Ricardo miró hacia la ventana. Entonces me vio y estalló en una carcajada.  Detuvo las embestidas y comenzó a lamer sus tetas, sin quitarme la vista de encima.  Mi madre tenía los ojos cerrados, tratando de evadirse. Luego volvió a cogérsela, esta vez con más ganas.

Mi madre gritó, pero él la acalló metiéndole la lengua, besándola sin compasión. Así permaneció durante un rato, dándole tan duro que la cama se tambaleaba. Yo tampoco podía quitarles la vista de encima.  Estaba furioso, pero al mismo tiempo tenía la mayor erección que había sentido en mi vida.

 La visión de ese cuerpo repugnante sobre mi madre me provocaba espasmos en el estómago. En ese momento Ricardo se quedó quieto, dejando que su semen escurriera dentro del coño de mi madre. Ella ya no se resistía, parecía una hermosa muñeca inflable, dispuesta a dejarse hacer

Después de recuperarse, se separó de ella, dejándola ahí, espatarrada sobre la cama, con las piernas ligeramente abiertas. Después de hacerse una última paja, se corrió sobre su vientre, sobando la superficie de su piel para esparcir su semilla por sus tetas. 

Ella trató de cubrirse, girándose hacia un lado, pero a él no le importó. Antes de salir de la habitación, le dio una nalgada de despedida, se acercó a la ventana y me sonrió con malicia. Luego bajó la cortina y apagó la luz, dejándome a ciegas, sin saber qué más sucedía ahí adentro.


                                     Un aporte de Eduardo. Gracias por colaborar.


lunes, 2 de noviembre de 2020